De ser una cantera cercana a los edificios públicos, la Laguna Esmeralda se ha transformado en el principal atractivo turístico de la comuna de Los Ángeles. Aquí se narra su historia, que la catapultó a la fama hace más de un siglo.
Situada a pocas cuadras de la Plaza de Armas y rodeada de frondosos árboles y senderos, la Laguna Esmeralda se ha consolidado como un destacado atractivo urbano en la capital provincial del Biobío. Su belleza, historia y valor patrimonial la han convertido en un símbolo de la vida en la ciudad y el único punto turístico de la zona.
La historia del lugar se remonta a inicios del siglo XX, época en la que el terreno actual era una cantera de áridos. Fue don Alberto Urenda Ramírez, un militar retirado que en ese momento dirigía el sistema de aguas municipales, quien visionó la transformación del sitio. Propuso desviar el canal que colindaba con la actual Avenida Ricardo Vicuña, llenando el vacío dejado por la cantera y creando un espacio recreativo público.
Inaugurada oficialmente en 1922, la Laguna Esmeralda fue nombrada en honor a la corbeta hundida en el Combate Naval de Iquique, reflejando el sentimiento patriótico de la época. Desde su apertura, se convirtió rápidamente en el lugar favorito de los angelinos.
Ubicada frente a la estación de ferrocarriles y en el centro de la ciudad, la laguna ha sido testigo de actividades icónicas: paseos en bote, encuentros escolares, picnics, paseos en bicicleta y grandes celebraciones de primavera. En la década de 1950, incluso se permitía la pesca de carpas, un fenómeno poco común en entornos urbanos.
La evolución de la Laguna Esmeralda
En los años 80, con el declive del ferrocarril, la laguna pasó por un periodo de abandono. Sin embargo, su importancia nunca se desvaneció en la memoria colectiva. En el siglo XXI, se inició un proceso de recuperación que revitalizó el entorno, instalando parques temáticos como el de dinosaurios, áreas de juegos acuáticos y mejorando el paisaje urbano, restaurando su posición como espacio público destacado.
Actualmente, la Laguna Esmeralda no solo sirve como un pulmón verde para los residentes, sino que se ha convertido en uno de los destinos turísticos más relevantes de Los Ángeles. Rodeada por las avenidas 21 de Mayo, Los Ángeles, Alberto Urenda Ramírez y la calle Colo Colo, su ubicación estratégica y su atmósfera apacible la convierten en un lugar ideal para familias y visitantes.
Entre su vegetación, la suave brisa sobre el agua y la rica historia que la rodea, la Laguna Esmeralda continúa siendo un punto de encuentro, paseo y memoria, consolidándose como un verdadero orgullo urbano para Los Ángeles, reconocida como el atractivo más importante de la ciudad.
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Con Información de elcontraste.cl