Por Cristian Álvarez
Cada época histórica tiene a esos personajes de fondo, que ayudan a quienes se destacan como líderes; constituyen un “poder en las sombras”, ya que son como confidentes, consejeros, y el soporte emocional, e incluso pueden ser parte de su propia familia cuando se genera confianza.
El impacto que ha tenido este personaje no ha sido suficiente para crear vínculos familiares con algún miembro del poder político y económico. No obstante, con su talento ha logrado mejorar las imágenes y opiniones ante la ciudadanía, aunque también ha tenido que asumir costos, no solo económicos, al brindar estas ayudas reputacionales. Estos son algunos de los contrastes que presenta el libro “sin permiso”: “Enrique Correa. Una biografía sobre el poder”, publicado por la editorial “Catalonia” en colaboración con la Universidad Diego Portales. Esta obra exhaustiva se centra en quien fue vocero del gobierno de Patricio Aylwin y que es visto casi como un “poder fáctico” en persona, por sus asesorías, tanto en términos favorables como polémicos, a grupos y personas influyentes de varias áreas en el país. Su vida ha estado marcada por diversos acontecimientos familiares y políticos que han moldeado su pensamiento, adaptándose a cada periodo, haciendo numerosos sacrificios.
El libro fue elaborado por los periodistas Javier Ortega y Andrea Insulza, quienes anteriormente ya habían abordado temas controversiales, como la primera biografía no autorizada de la ex presidenta Michelle Bachelet, publicada en 2005, la cual también tuvo bastante éxito. En las últimas semanas, esta nueva obra también ha sido un éxito de ventas. Precisamente, tuvimos una conversación con Javier Ortega, quien, respondiendo a un cuestionario enviado por correo electrónico, compartió detalles sobre el proceso de redacción de este nuevo trabajo, las fuentes utilizadas, su relevancia y, especialmente, cómo reaccionó Correa al enterarse de que iban a escribir esta versión “no autorizada” de su vida.
¿Cómo se originó la idea de hacer este libro?
–“La idea surgió calculando que en 2016. En nuestra labor como investigadores del Centro de Investigaciones y Proyectos Periodísticos de la Escuela de Periodismo de la UDP (CIP UDP), nos reunimos con una fuente que tenía un buen conocimiento de la élite empresarial chilena. En un momento, esta persona nos comentó que varios empresarios escuchaban con devoción los consejos de Enrique Correa. Ese fue el primer dato que nos motivó, pero comenzamos las entrevistas varios meses después, en 2017.”
¿Qué fuentes utilizaron para la biografía?
–“Entrevistamos a cerca de 200 personas, entre políticos, amigos de la infancia de Correa que vivían en Ovalle, competidores en el negocio del lobby, y un largo etcétera. También revisamos un montón de archivos de prensa. Examinar los documentos sobre el MAPU-OC en la Biblioteca Nacional y los archivos de los gobiernos de Patricio Aylwin y Ricardo Lagos. Conseguimos documentos desconocidos y utilizamos material desclasificado de EE.UU. sobre Chile. Tuvimos acceso a correspondencia privada de dirigentes del MAPU Obrero y Campesino de la época del exilio, donde había cartas de Correa. Por último, fue de gran valor una biografía familiar de circulación restringida, en este caso, de un hermano de Correa.”
¿Correa estuvo al tanto de la realización del libro y cómo reaccionó?
-“Correa se enteró del libro a mediados de 2017. Cuando viajamos a Ovalle, una de las personas a las que entrevistamos lo llamó para advertirle. No sabemos cómo reaccionó. Luego, en mayo de 2024, nos reunimos con él en Imaginacción junto a algunos de sus colaboradores. Le solicitamos su testimonio, escuchó atentamente y se mostró respetuoso con nuestro trabajo e independencia. Días después nos hizo llegar un mensaje diciendo que no participaría.”
¿Cómo surgió el interés político de este personaje?
-“Desde niño, a Correa siempre le llamó la atención la política. Era muy católico, así que se hizo admirador de la Falange Nacional por sus cercanos postulados a la Iglesia Católica. En 1958, a los 12 años, ingresó a la Juventud Demócrata Cristiana, junto a varios de sus amigos. Al mismo tiempo, participaba en la Juventud de Estudiantes Católicos (JEC), movimiento apostólico laico progresista. La doctrina social de la Iglesia Católica siempre lo ha inspirado. En 1964, en Ovalle, participó en la campaña presidencial de Eduardo Frei Montalva. Cuando se trasladó a Santiago en 1965 para estudiar Filosofía en la Universidad Católica de Chile, empezó su carrera política de verdad.”
¿Cómo logró sobrevivir durante el Régimen Militar?
–“Después del golpe, estuvo en la clandestinidad, hasta que su partido decidió que debía exiliarse, ya que era una de las caras más conocidas del MAPU-OC. Su sobrepeso y baixa estatura lo hacían fácil de reconocer. Vivió en Moscú, y entre 1976 y 1977 regresó a Chile de manera clandestina, pero tuvo que salir nuevamente, ya que rompió las reglas del pacto de compartimentación. En el exilio vivió en Alemania Oriental y volvió a Chile a finales de 1981, vinculándose al mundo popular y a los curas obreros, siempre de manera clandestina. En la mitad de los 80, pudo recuperar su identidad después de que apareció en las listas de la dictadura con los nombres de quienes podían regresar del exilio.”
¿Cuándo comenzó su metamorfosis política?
–“Correa ha tenido varias metamorfosis. Las tres más importantes, creemos, son cuando dejó el mundo popular y cristiano para unirse al Comando del NO y sumarse a la campaña del plebiscito. Ahí se reencontró con Patricio Aylwin y experimentó una conversión pragmática. Dejó de ser el mapucista que intentaba crear un movimiento popular basado en la unión de cristianos y socialistas laicos. Ahora se centró en algo más estructural y orgánico: la creación de la Concertación.
La segunda metamorfosis fue cuando Aylwin, tras ganar la presidencia, lo nombró su ministro vocero, siendo la cara del primer gobierno democrático. Hasta ese momento, Correa era un líder de trastienda, habilidoso, pero siempre en un segundo plano. Ser vocero y convertirlo en figura pública fue un cambio radical, porque le permitió ser conocido por la derecha, los militares y empresarios. Es decir, los fácticos.
La tercera metamorfosis ocurre a partir de 1997, cuando Frei Ruiz-Tagle no lo designa senador y se le cierra la única opción de seguir en la política formal. Es entonces que se convierte en lobista, algo que no formaba parte de sus planes. Tenía una familia numerosa que mantener. Además, ser lobista le permite seguir vinculado a la política, pero desde ángulos menos visibles. Su ingreso al mundo empresarial fue a través de Andrónico Luksic Abaroa.”
¿Qué representó simbólicamente E.C. durante su tiempo como vocero del Gobierno?
–“Fue el ministro de izquierda más cercano a Aylwin. Si Boeninger era el estratega y la mente gris de Aylwin, Correa actuaba como su brazo operativo. Se encargó de dos de los flancos más delicados de Aylwin: los militares, gracias a su amistad con el general Jorge Ballerino, y la izquierda, que abarcaba desde el PS hasta el PC, incluyendo sindicatos y organismos de derechos humanos, donde Correa tenía muchos contactos. Este último aspecto lo cubría gracias a los enormes gastos reservados de su ministerio, que no eran auditables y que él usaba políticamente. Todo completamente legal en ese entonces.”
¿Es realmente un personaje poderoso o es un mito su “lobbyismo”?
–“En la primera década de este siglo, sobre todo durante el mandato de Ricardo Lagos, Correa llegó a tener un poder considerable, porque se convirtió en un nexo entre el mundo del dinero y la política. A empresarios en pleno auge como Álvaro Saieh, los Luksic –grupo que se convirtió en el más rico de Chile-, Julio Ponce Lerou les recomendaba a qué candidatos o proyectos políticos financiar.
Tenía acceso al despacho presidencial. Lagos lo escuchaba y Correa iba una vez a la semana a La Moneda para reunirse con su círculo más cercano. Su rol en el caso MOP-Gate, apoyando al ministro Carlos Cruz, es otra muestra de su influencia. Asesoró ad-honorem a Cruz en esa causa judicial, lo respaldó y se convirtió en su vocero, protegiendo a la figura presidencial. Él considera que cuidar la presidencia y las instituciones políticas es vital para la estabilidad democrática.”
¿Cuál es el personaje o empresa más polémica a la que ha asesorado E.C.?
–“La asesoría de “Imaginacción” a SQM y la asesoría personal de Enrique Correa a su controlador, Julio Ponce Lerou, exyerno de Pinochet. Correa ha negado públicamente haber asesorado a Ponce, pero en 2016 Ciper reveló que sí lo hizo durante el caso Cascadas y nosotros encontramos evidencia que respaldaba esta relación. Asesorar a SQM y a Ponce le ha traído costos en la izquierda, por razones evidentes. Pero también fue una de las razones por las que Correa intentó apagar el caso “Platas Políticas”, que afectó no solo a SQM, sino también a otra empresa que asesoró: Penta.
Correa también asesoró en esa crisis al entonces ministro del Interior de Bachelet, Rodrigo Peñailillo, manteniendo conversaciones diarias con él para presionar a Impuestos Internos a que no siguiera presentando querellas por delitos tributarios contra las empresas que financiaban ilegalmente la política. Correa defendió públicamente que esos pagos no eran corrupción. Aunque al final logró contener esa crisis, los costos reputacionales para Correa e Imaginacción fueron considerables. Esto lo llevó a aceptar defensas problemáticas, como la del cineasta Nicolás López, condenado por abusos sexuales. Esa asesoría también le trajo costos personales y a Imaginacción.”
¿Cómo pasará a la historia este personaje?
-“Creemos que como un político relevante de la transición, que tras dejar la política formal se reinventó como asesor de grandes fortunas, simbolizando cómo el poder migró en este país desde instituciones formales, como la Iglesia, el Estado, los partidos y sindicatos, hacia empresarios y dinámicas del mercado.”
Con Información de radioportales.cl
