Por Amaia Osuna / EFE-REPORTAJES.
Los vehículos autónomos, más conocidos como coches sin conductor, están diseñados para moverse de manera independiente sin la necesidad de intervención humana, gracias a una combinación de algoritmos de inteligencia artificial, sensores, cámaras, sistemas de navegación y radares que permiten una movilidad segura.
En la actualidad, la movilidad atraviesa una transformación radical impulsada por innovaciones tecnológicas que cambiarán la forma en que nos desplazamos. En este contexto, los vehículos autónomos y conectados se posicionan como protagonistas de esta revolución. Estos automóviles utilizan algoritmos y modelos de aprendizaje automático para tomar decisiones en tiempo real, adaptándose a las condiciones del tráfico y asegurando una conducción más segura.
Sin embargo, el futuro de la movilidad no se limita únicamente a la tecnología y la autonomía; el componente humano sigue siendo un factor diferenciador esencial. A pesar de los progresos en la conducción autónoma, más del 70% de los consumidores todavía prefieren mantener el control humano, lo que indica una falta de confianza en esta tecnología en la actualidad.
Por otro lado, uno de los principales beneficios de los vehículos autónomos es su potencial para disminuir la cantidad de accidentes de tráfico. Se estima que alrededor del 90% de los accidentes son ocasionados por errores humanos, como distracciones, cansancio o imprudencia. La implementación de vehículos autónomos podría reducir significativamente estos errores, lo que se traduciría en carreteras más seguras y menos víctimas.
¿Es segura la conducción autónoma?
Se sostiene que al eliminar el error humano, en gran medida responsable de la mayoría de los accidentes, los coches autónomos podrían drásticamente disminuir la siniestralidad. No obstante, en esta etapa, estos sistemas aún requieren la supervisión de un conductor. A medida que la tecnología evoluciona, se espera que se logre una autonomía total, permitiendo una conducción completamente automatizada.
Aún persiste una considerable desconfianza hacia los vehículos autónomos, lo que representa un obstáculo para su adopción masiva. Investigaciones recientes, como un estudio de Deloitte, destacan que más del 70% de los consumidores prefieren el control humano en lugar de sistemas automatizados, reflejando así una falta de confianza en las tecnologías autónomas, sobre todo en situaciones de tráfico impredecibles.
Este escepticismo también se ve alimentado por la cobertura mediática que recae sobre los incidentes relacionados con vehículos autónomos, lo que intensifica la percepción de que estos vehículos aún no son completamente seguros.
Además, existe una preocupación legítima en torno a la seguridad cibernética de los vehículos autónomos. A medida que estos dependen más de sistemas informáticos, su vulnerabilidad a ataques cibernéticos aumenta. Por ello, es crucial asegurar que estos vehículos estén protegidos frente a posibles hackeos y que se garantice la privacidad de los datos recopilados.
La evolución de esta tecnología, que abarca desde vehículos particulares hasta taxis y trenes, presenta grandes oportunidades, pero no menos desafíos. Firmas como Tesla, Waymo y Cruise están a la vanguardia en el desarrollo de sistemas de conducción automatizados.
El sistema Autopilot de Tesla, que ha sido líder en este sector, ha permitido el desplazamiento parcial autónomo de sus vehículos en autopistas. Sin embargo, recientemente, la empresa tuvo que retirar la mayoría de sus coches del mercado en Estados Unidos para corregir el sistema que monitorea a los conductores mediante Autopilot.
Otras organizaciones y tecnologías también están haciendo avances significativos. Empresas como Google y Uber están invirtiendo sumas considerables en el desarrollo de estas tecnologías.
Crecimiento de los vehículos autónomos para empresas
En un mundo cada vez más automatizado, Joinup, un proveedor de servicios de movilidad corporativa, reafirma su compromiso con la innovación tecnológica, subrayando la fundamental importancia del factor humano en sus servicios.
Desde sus inicios, esta empresa ha estado a la vanguardia de la tecnología, integrando soluciones digitales que mejoran la movilidad corporativa. Sin embargo, considera que en un sector tan delicado como el transporte de personas, la tecnología debe estar al servicio del factor humano, y no al contrario.
Joinup promueve la atención personalizada y la seguridad que ofrecen los conductores profesionales a sus clientes, en especial en el ámbito corporativo. Por ello, aunque apuestan por la digitalización y plataformas inteligentes, enfatizan que la atención personalizada y la confianza en los conductores son esenciales para satisfacer las necesidades de sus clientes.
Joinup sostiene que el componente humano es crucial para garantizar un servicio de transporte corporativo que sea no solo seguro, sino también adaptado a las necesidades específicas de cada cliente. «La flexibilidad y adaptabilidad que requiere el transporte corporativo no pueden ser replicadas por máquinas. La capacidad de tomar decisiones en tiempo real, ante cambios inesperados o condiciones adversas, es una habilidad que solo un ser humano puede ofrecer de manera efectiva».
«La tecnología es un pilar fundamental para nosotros, pero creemos firmemente que el factor humano es insustituible. En Joinup, apostamos por una movilidad innovadora sin perder de vista lo que nuestros clientes valoran realmente: seguridad, confianza y una experiencia personalizada. El futuro de la movilidad siempre tendrá un componente humano», afirma Elena Peyró, CEO y cofundadora de la empresa.
A pesar del gran interés por los avances en vehículos autónomos, las encuestas indican que muchos usuarios aún prefieren que el control esté en manos humanas, especialmente en situaciones de tráfico complejas.
Joinup comparte este escepticismo, reconociendo que, aunque la tecnología de conducción autónoma ha progresado, aún no alcanza el nivel de fiabilidad que sus clientes desean. «En un sector donde la puntualidad, la flexibilidad y la capacidad de respuesta ante imprevistos son esenciales, la experiencia y el juicio humano son insustituibles».
Principales desafíos:
Seguridad:Uno de los beneficios más destacados de los vehículos autónomos es su capacidad para reducir drásticamente los accidentes de tráfico. Estos vehículos pueden reaccionar más rápidamente que los conductores humanos y eliminar errores ocasionados por distracciones o fatiga, lo que puede salvar vidas.
Accesibilidad y movilidad:Los vehículos autónomos tienen el potencial de mejorar la movilidad de personas con discapacidades, ancianos o aquellos que no pueden conducir. Los servicios de transporte autónomo pueden ofrecer independencia, así como oportunidades laborales y sociales.
Conectividad:Los automóviles conectados utilizan Internet para comunicarse entre sí y con la infraestructura circundante, creando un ecosistema de transporte más integrado y eficiente. La comunicación vehículo a vehículo (V2V) y vehículo a infraestructura (V2I) permite a los coches intercambiar información sobre posición, velocidad y dirección, mejorando la seguridad y preveniendo accidentes.
Beneficios medioambientales:La adopción de tecnologías de vehículos autónomos y conectados puede reducir las emisiones y mejorar la eficiencia del transporte. Al optimizar las rutas y gestionar mejor el tráfico, es posible disminuir la congestión y las emisiones de carbono.
Infraestructuras:El funcionamiento de vehículos conectados requiere una infraestructura urbana adecuada que incluya sensores, cámaras y sistemas de comunicación para facilitar la interacción entre vehículos e infraestructura. Por ejemplo, los semáforos inteligentes pueden ajustar los tiempos de espera en tiempo real para optimizar el flujo de tráfico y reducir las esperas.
Con Información de www.elrancaguino.cl
