Alejandra Casanova Henríquez, Arquitecta de la Universidad del Bío-Bío. Magíster en Gerencia para el Desarrollo. Especialista en Políticas Públicas, Desarrollo Urbano, Territorio y Seguridad Urbana.
Los retos urbanos que enfrenta la capital maulina deben ser abordados con un fuerte compromiso político, técnico y ciudadano, enfocados en fortalecer la ejecución e implementación de iniciativas para la recuperación integral del casco histórico.
En esta tercera entrega de la serie Caso Histórico, enfocaremos nuestra atención en los instrumentos, mecanismos y gestiones que pueden ser mobilizados y agilizados para impulsar el proceso de recuperación urbana de nuestro casco histórico.
Como punto de partida, es fundamental avanzar de manera rápida en la Actualización o Modificación del Plan Regulador Comunal (PRC) de Talca. La normativa urbana debe adaptarse a las nuevas dinámicas sociales, económicas y ambientales de los sectores cívico, comercial y de los barrios del casco histórico. La visión incluye crear espacios urbanos dinámicos, diversos en usuarios, usos y funciones; áreas seguras que puedan disfrutarse tanto de día como de noche; lugares que reflejen la cultura e identidad de Talca; espacios que fomenten el sentido de pertenencia y afecto de sus habitantes; y espacios que promuevan la convivencia y el tejido social, creando un casco histórico acogedor y atractivo tanto para residentes como para visitantes, que represente los valores urbanos y sociales compartidos.
Por lo tanto, el ajuste normativo debería considerar la creación de áreas, ejes, nodos y enclaves prioritarios para el desarrollo urbano; fomentar la mixtura de usos del suelo que combine de manera armónica lo habitacional, los servicios y equipamientos; establecer zonas de crecimiento en altura y densidad equilibradas que revitalicen la identidad barrial; revisar zonas de riesgo; y asegurar espacios públicos de calidad, integradores y seguros. Todo esto debe complementarse con el Plan de Regeneración Urbana del Casco Histórico y el Plan de Movilidad Sostenible elaborados por el municipio de Talca, generando acciones efectivas en conjunto.
Una planificación urbana con un enfoque integral y sostenible que busque la revitalización, regeneración y renovación urbana y social a través del repoblamiento del casco histórico es un objetivo ampliamente compartido.
Además, es crucial reactivar de manera efectiva los mecanismos de incentivo y accesibilidad urbana, como la Ley 20.958 de Aportes al Espacio Público, que busca mitigar y compensar los impactos de la movilidad urbana generada por proyectos de desarrollo inmobiliario, lo que implica que el municipio debe mantener al día el plan comunal de inversiones en infraestructura de movilidad y espacio público (PIIMEP).
La Ley 19.865 de Financiamiento Urbano Compartido (FUC), a pesar de su poco uso, es una herramienta valiosa para captar recursos privados y desarrollar proyectos urbanos. Esta ley también sirve como incentivo para la inversión y es una excelente manera de reactivar la economía, resaltando la importancia de las alianzas público-privadas.
Partiendo de lo anterior, la formación de alianzas estratégicas (un tema que merece su propia reflexión) es esencial para la gestión urbana que necesita el casco histórico. La coordinación entre instituciones públicas, el sector privado, gremios, la academia, centros de investigación, la ciudadanía organizada y otros grupos de interés debería ser una estrategia prioritaria, dado el entorno actual de colaboración público-privada en la región, que es muy favorable y muestra una gran disposición para redoblar esfuerzos ante los múltiples desafíos asociados con la visión del casco histórico.
Es el momento de avanzar desde las buenas intenciones hacia una visión compartida y planes concretos, fortaleciendo la implementación y ejecución de dichos planes. Esto implica establecer un enfoque de gestión urbana que incentive la inversión e invite a la ejecución de proyectos; involucrar y comprometer a los actores y alianzas creadas; sostener y avanzar en proyectos consensuados; y quizás lo más crucial, definir y asumir liderazgos que puedan ser compartidos dentro de una estructura de gobernanza urbana para el casco histórico, donde los objetivos y la ruta trazada sean prioridad, cumpliendo con compromisos y acuerdos con responsabilidad institucional, sin importar los ciclos políticos a nivel local, regional o nacional.
Con Información de www.diarioelcentro.cl