El pasado viernes marcó el inicio de una nueva era en cada una de las municipalidades de la región. Con la asunción de los nuevos alcaldes y alcaldesas, así como concejales que debutan y otros que regresan al cargo, se ha establecido el panorama para las administraciones municipales 2024-2028.
En numerosas localidades, el cambio de liderazgo fue esperado con gran entusiasmo, ya que muchos vecinos consideran que esto podría transformar algunas prácticas en beneficio de la comunidad. Por el contrario, en otros lugares, los votantes optaron por reelecciones, convencidos de que la gestión anterior resultó positiva.
A partir de ahora, la prioridad debe ser mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Aunque los recursos son limitados, con una gestión inteligente es posible realizar cambios significativos en diferentes áreas; desde la mejora de plazas y multicanchas —algunas de las cuales carecen de aros para jugar baloncesto—, hasta la renovación de sedes comunitarias y otros espacios.
Los habitantes de cada comuna aspiran a que todo sea mejor y que sus autoridades locales desempeñen su labor de la manera más eficiente posible.
Esto es especialmente relevante en comunas donde el alcalde saliente no pudo completar su mandato debido a acusaciones de corrupción, como es el caso de Rancagua, donde la exautoridad se encuentra tras las rejas.
La ciudadanía exige que los recursos sean administrados de manera adecuada y que, de algún modo, beneficien a todos.
Con Información de www.elrancaguino.cl
