El 23 de enero, el Teatro San Martín celebró su centenario, fecha que marca su fundación por el empresario belga Noël Redard. Situado en el corazón de Rancagua, el recinto fue durante su época la sala más avanzada y con la tecnología más innovadora de la región, acogiendo desde obras de artistas locales como los poemas de Óscar Castro hasta estrenos de películas de Hollywood.
En la ceremonia, Pamela Ríos, actual directora del teatro, dio inicio a la celebración de sus 100 años con la develación de una placa conmemorativa, diseñada por la Agrupación Social y Cultural Teatro San Martín. “Estamos muy orgullosos y motivados por continuar administrando un espacio que recibe tanto a artistas locales como internacionales, lo cual nos ha permitido conocer a muchos talentos y trabajar juntos para preservar la cultura local”, comentó Ríos.
La ocasión contó con la presencia de diversas autoridades, incluyendo a la diputada Marcela Riquelme, quien ha sido una voz crítica en la búsqueda de soluciones para evitar el cierre del teatro. También asistieron el seremi de Gobierno, Carlos Carrasco; Carolina Guzmán, encargada de la Oficina Técnica Regional de Monumentos; y la seremi de Cultura, Flor Ilic.
El evento brindó a los asistentes la oportunidad de expresar sus opiniones y preocupaciones sobre el futuro del teatro. Posteriormente, se realizó un brindis en homenaje a esta icónica institución, que ha resistido a las dificultades de su autogestión durante los últimos cinco años.
UN FOCO DE ESPERANZA PATRIMONIAL
El teatro ha estado al borde del cierre, con la amenaza de ser vendido a compradores privados. Esta situación es crítica, ya que representa el único teatro que permanece activo en la ciudad, tras la clausura del Cine Rex y el Teatro Apolo. La dirección del teatro busca concienciar a la comunidad sobre su valor como un tesoro cultural para Rancagua, haciendo un llamado a todos para que lo cuiden.
A pesar de las incertidumbres sobre su futuro, el teatro aspira a convertirse en un sitio de interés histórico certificado por el Servicio Regional del Patrimonio Cultural. Esto significaría reconocer tanto su patrimonio material (la estructura) como su patrimonio inmaterial (su significado histórico). De concretarse, el teatro tendría oportunidades de recibir financiamiento y recursos necesarios para su mantenimiento, e incluso podría ser adquirido por el Estado para su gestión.
Con la intención de que no se convierta en un club nocturno o un centro comercial, la dirección del teatro ha iniciado una campaña de recolección de firmas para demostrar que el teatro sigue siendo relevante para la ciudad y debe ser preservado por el interés de la comunidad. “Necesitamos que la gente se sienta identificada con el teatro, que participe en nuestra lucha y que hable de nosotros”, enfatiza Ríos. A pesar de la incertidumbre, el teatro tiene programadas actividades y talleres para marzo, tras conversaciones con las autoridades municipales.
El artículo 100 años del teatro San Martín: un centenario lleno de incertidumbre se publicó primero en El Rancagüino.
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