Por Cristian Alvarez
Este domingo, ante más de 200 invitados, el presidente Gabriel Boric presentó su última Cuenta Pública Presidencial, donde reflexionó sobre su gestión, anunció nuevas iniciativas y generó tensiones en algunos temas. Entre las iniciativas más destacadas, se incluyen la extensión del Metro al Aeropuerto, la conversión de la cárcel de Punta Peuco en un recinto común, y la financiación de cementerios para mascotas. Además, anunció el rechazo a la compra de productos israelíes en territorios palestinos ocupados. El mandatario también solicitó un «debate democrático» sobre el aborto legal y subrayó la importancia de abordar la corrupción sin buscar equilibrios.
Las últimas cuentas públicas pueden ser interpretadas de múltiples maneras; algunas son vistas como exitosas y otras como mediocres. En este caso, medir el estado del país resulta complicado, especialmente para un gobernante que se enfrenta a la difícil tarea de hacer un balance de su gestión. Este fue el caso de Gabriel Boric, quien realizó esta cuenta pública en un entorno especial, ya que era la última en su mandato.
Esta mañana se llevó a cabo este tradicional evento en el Parlamento de Valparaíso. Más de 200 invitados, incluidos parlamentarios, diplomáticos, comandantes de las fuerzas armadas y representantes de diversas iglesias, fueron testigos del discurso. En las tribunas, se encontraban líderes gremiales, rectores universitarios y familiares del mandatario, entre ellos algunos de sus sobrinos. A partir de las 11:13, tras entonar el himno nacional con los asistentes, el presidente inició su discurso en un ambiente ya cargado de tensiones. Por ejemplo, hubo interrupciones y manifestaciones de descontento, especialmente relacionadas con la salud y las posturas anti-vacunas de ciertos candidatos presidenciales.
Temas como el conflicto palestino-israelí generaron reacciones encontradas, y aludió a las dictaduras de Venezuela y Nicaragua, lo que no fue bien recibido por algunos legisladores. Los anuncios más relevantes incluyeron la transformación de Punta Peuco, la extensión del Metro hasta el aeropuerto de Santiago para 2032, la creación de un sistema de inteligencia artificial en colaboración con Brasil y la habilitación de cementerios municipales para mascotas. Además, Boric reafirmó su compromiso con el pago de la deuda histórica a los profesores y abordó la creciente violencia en el fútbol.
El discurso concluyó cerca de las 13:45, recibiendo aplausos de sus seguidores y manteniendo una atmósfera de respeto entre opositores. El presidente se inició con un tono autocrítico, reconociendo la incapacidad de su gobierno para leer adecuadamente las necesidades del país, particularmente en relación a los fracasos de los procesos constitucionales. Según él: «No supimos analizar las señales que nos indicaban que las fuerzas progresistas serían minoría, y tuvimos que ajustar nuestras prioridades. Uno de los logros de nuestro gobierno ha sido precisamente ajustar estas prioridades sin renunciar a nuestros principios.»
También abordó los problemas de corrupción, enfatizando que no se debe caer en empates políticos: «En temas de transparencia, no hay lugar para empates. Tratar de justificar errores propios en función de otros solo nos hunde a todos. Para la ciudadanía, no hay grandes distinciones entre gobiernos; todos somos servidores públicos que se evalúan continuamente.»
Tras su intervención, el mandatario se dirigió al palacio de Cerro Castillo para actividades privadas y para esperar el nacimiento de su hija, previsto para los próximos días. Según análisis posteriores, «Chile» fue la palabra más utilizada en su discurso.
Con Información de radioportales.cl