Las horas de sueño son esenciales para mantener la concentración, evitar accidentes laborales y fomentar un estilo de vida más saludable. Implementar hábitos de sueño saludables, como establecer rutinas regulares y mejorar el confort térmico, puede impactar positivamente tanto en la calidad del descanso como en la productividad laboral.
Las altas temperaturas han caracterizado las primeras noches de 2025 en la zona centro-sur del país, una tendencia que podría persistir en las próximas semanas, afectando notablemente la calidad del sueño de las personas. Esto es especialmente relevante para aquellas que necesitan desplazarse a su trabajo y madrugar para cumplir con sus obligaciones. No lograr un descanso reparador puede resultar en irritabilidad, problemas de concentración y un rendimiento inferior, lo que repercute directamente en la seguridad y la eficiencia laboral.
Cristián Ramírez, consultor Senior en Gestión de Riesgos de Mutual de Seguridad, resalta la relevancia de un buen descanso para el bienestar individual, señalando que “conciliar el sueño se ha vuelto complicado para muchos, y las altas temperaturas ambientales agravan considerablemente esta situación. Lamentablemente, la falta de sueño reparador afecta nuestra concentración, memoria y productividad, además de incrementar el riesgo de enfermedades. Dormir adecuadamente no solo mejora el rendimiento en el trabajo, sino que también disminuye el riesgo de accidentes y aumenta la capacidad de atención”.
Consejos para un descanso óptimo
- Ropa y sábanas adecuadas
Es recomendable utilizar textiles de algodón y otros materiales naturales y ligeros, que permiten una mejor transpiración y ayudan a mantener una temperatura corporal fresca.
- Evita la cafeína, bebidas azucaradas y alcohol por la noche
Estas sustancias pueden afectar la calidad del sueño y, sumadas a las altas temperaturas, dificultan el descanso. Opta por bebidas relajantes como té de hierbas o agua fresca.
- Evita duchas demasiado frías
El agua muy fría puede hacer que el cuerpo genere más calor. Las duchas tibias o a temperatura ambiente ayudan a regular la temperatura corporal.
- Hidrátate a lo largo del día
Beber agua en pequeñas cantidades durante el día mantiene el cuerpo fresco. Sin embargo, limita la ingesta de agua antes de dormir para evitar interrumpir el sueño. Además, ten en cuenta que ciertos medicamentos como diuréticos y antihipertensivos pueden aumentar la deshidratación, así que consulta a tu médico si es necesario.
- Limita las comidas pesadas antes de acostarte
Consumiendo alimentos ligeros unas horas antes de dormir facilitas la digestión y evitas que el cuerpo genere calor adicional durante este proceso.
- Desconéctate de las pantallas
Para un mejor descanso, es recomendable dejar los dispositivos electrónicos por un tiempo antes de dormir. Leer un libro, una revista o escuchar música puede ayudar a preparar al cuerpo para el descanso y facilitar el sueño nocturno. Evita realizar tareas complejas hasta tarde, ya que esto dificultará conciliar el sueño.
- Ventilación apropiada
Mantén las ventanas y persianas cerradas durante el día para bloquear el calor, abriéndolas solo al atardecer o por la noche, cuando la temperatura descienda.
- Bloquea la luz solar y el calor
Utiliza cortinas opacas para mantener tu dormitorio fresco y oscuro durante el día. Estas también pueden ayudar a reflejar el calor y disminuir el consumo de energía si cuentas con un sistema de climatización.
- Establece una rutina de sueño regular
Acostarte y levantarte a la misma hora todos los días ayuda a regular el reloj biológico (ritmo circadiano), incluso en condiciones climáticas adversas.
Con Información de hoysantiago.cl