Silvia Pinal, la emblemática actriz mexicana del cine de oro, ha fallecido a los 93 años tras varios días en el hospital, dejando un legado artístico y personal que perdurará.
Silvia Pinal, aclamada como la última gran diva del cine mexicano, falleció el día jueves en la Ciudad de México a una edad de 93 años. Sus familiares informaron que la actriz había estado hospitalizada durante varios días debido a una infección urinaria, la cual culminó una serie de problemas de salud que la habían afectado en años recientes.
Su hijo, Luis Enrique Guzmán, había comentado horas antes que su madre se encontraba “en el proceso de partir”. Este suceso se añade a las controversias que han envuelto a su familia, incluyendo la disputa sobre la paternidad de su hijo menor y acusaciones de abuso familiar.
Un legado artístico excepcional
Con una trayectoria que abarcó más de seis décadas, Silvia Pinal dejó una huella indeleble en el cine, el teatro y la televisión. Fue la musa del reconocido director Luis Buñuel, participando en clásicos como Viridiana (1961), El ángel exterminador (1962) y Simón del desierto (1964).
En México, colaboró con íconos como Pedro Infante en El inocente (1956) y Mario Moreno ‘Cantinflas’ en Puerta joven (1949). Su talento también se proyectó más allá de las fronteras, participando en producciones internacionales como Shark (1969) junto a Burt Reynolds.
En el ámbito televisivo, destacó como presentadora y productora del programa Mujer, casos de la vida real (1986-2007), el cual dejó una huella importante al tratar temas sociales de gran relevancia.
La célebre frase “Acompáñenme a ver esta triste historia”, que Pinal repetía en cada episodio de su famoso programa, se ha convertido en un recuerdo imborrable, subrayando su influencia en la cultura popular de Latinoamérica.
Con Información de www.diarioelcentro.cl