El médico también destacó que la violencia y el crimen organizado no deben continuar robando espacios donde los funcionarios se dedican a salvar vidas.
Con el fin de tratar la alarmante situación de inseguridad en los centros de salud de la región de O’Higgins, el senador Juan Luis Castro convocó a una reunión que incluyó a la Delegada Presidencial Regional (s), Marta Pizarro; representantes de Carabineros y de la Policía de Investigaciones; el director del Servicio de Salud O’Higgins, Jaime Gutiérrez; la presidenta del Colegio Médico, Sonia Correa; y representantes de los sindicatos Asenf, Samu-SAR, Fenpruss, Fenats y Confusam.
Durante el encuentro, se discutió la estrategia de seguridad que se está implementando en la región para proteger a los empleados de posibles agresiones en los hospitales. El senador Castro subrayó la importancia de clasificar adecuadamente los niveles de riesgo de las instalaciones y de reforzar las medidas preventivas y reactivas frente a incidentes de violencia y crimen organizado. “La seguridad en los centros de salud no puede ser un tema secundario. Los empleados necesitan certeza de que el Estado está presente y preparado para actuar con firmeza en su defensa”, afirmó.
“No es aceptable que instalaciones como el SAR Oriente de Rancagua, ubicado en una zona de alta peligrosidad, no sean categorizadas como de riesgo extremo. Este aspecto debe cambiar, y hemos acordado avanzar en ello. Además, es crucial que las denuncias se formalicen de manera institucional y cuenten con respaldo legal para asegurar que las cifras sean consistentes y efectivas”, añadió el senador Castro.
El senador insistió en que las fuerzas de orden deben ser más visibles. “Es esencial tener una capacidad de respuesta ejemplar ante los actos delictivos, porque de lo contrario, terminaremos como en otros países: atrapados, encerrados en CESFAM y hospitales, siendo víctimas de quienes no se preocupan por la salud de la gente, sino solo por proteger un robo o un delito”, advirtió.
La directora del SAR Oriente, Bárbara Jara, resaltó la importancia de estas reuniones para poner de relieve la inseguridad que enfrentan los trabajadores de la salud. “Nuestro centro atiende a una gran cantidad de pacientes en una zona con alta criminalidad. Aunque hemos puesto en marcha protocolos internos, la violencia verbal y las agresiones físicas son preocupaciones constantes. Trabajaremos para alinear nuestras cifras de denuncias con las de Carabineros y asegurar que los procedimientos de seguridad sean eficaces”, comentó.
Por su parte, Pamela Prieto, dirigente de la Asociación de Enfermeras y Enfermeros de O’Higgins, enfatizó la importancia de fortalecer los protocolos de respuesta ante agresiones y el acompañamiento judicial para los funcionarios afectados. “Hemos trabajado durante años en estas mesas. Es fundamental que exista una respuesta clara y efectiva para proteger a los trabajadores de salud, quienes enfrentan ataques verbales y físicos que a menudo quedan sin castigo”, subrayó.
Sonia Correa, presidenta del Colegio Médico de O’Higgins, hizo un llamado a la ciudadanía a fomentar una convivencia respetuosa en los centros de salud. “Los recursos limitados no son culpa de los funcionarios. Es necesario que la comunidad entienda que estamos aquí para ayudar, pero que las agresiones solo perjudican el servicio y ponen en riesgo a los profesionales que trabajan en condiciones adversas”, afirmó.
La reunión concluyó con el compromiso de todas las partes para reforzar las medidas de seguridad en los centros de salud, incluyendo una nueva definición de estrategias en marzo y un seguimiento detallado de las denuncias presentadas. Además, se acordó colaborar estrechamente con el Gobierno y las fuerzas de orden para garantizar que los establecimientos de salud sean entornos seguros tanto para los trabajadores como para los usuarios.
Con Información de www.diarioelpulso.cl
