El pasado domingo 29 de diciembre, la comunidad de San José de El Manzano experimentó un profundo momento de alegría al recibir la bendición del nuevo retablo de su Templo Parroquial. Esta impresionante obra, caracterizada por su diseño armonioso y belleza, se llevó a cabo gracias al compromiso de los feligreses y persigue enriquecer la experiencia litúrgica de quienes visitan este histórico templo en la región de O’Higgins.
El padre Rodrigo Vargas Pizarro, administrador parroquial, compartió detalles sobre este proyecto que nació al asumir su cargo. «Desde el principio me di cuenta de que el presbiterio requería elementos que resaltaran su belleza. La liturgia es una experiencia de encuentro con Dios, y el entorno es fundamental para acercar a los fieles a lo trascendente», explicó.
La creación del retablo tuvo un origen providencial. «Una señora de la comunidad me hizo un aporte económico en mis primeros días de labor aquí. Fue una señal de confianza que permitió comenzar con las mejoras, incluyendo el frontis del cementerio parroquial y, más tarde, este retablo. Esta obra dirige la mirada hacia el centro del templo, hacia Cristo, la Eucaristía y la Palabra», agregó el padre Vargas.
Más de un siglo al servicio de la comunidad
El templo de la Parroquia San José de El Manzano es uno de los más antiguos de la diócesis de Santa Cruz de Rancagua, habiendo sido construido en 1900. Por ello, en el marco de la celebración de sus 125 años, la comunidad está organizando diversas actividades, destacando un homenaje al padre Bernardo Muñoz, quien fue párroco durante muchos años y es recordado por su entrega pastoral y profunda espiritualidad. «La comunidad lo recuerda como un santo. Fue un sacerdote que dedicó su vida a servir a su pueblo, llevando bendiciones a quienes más lo necesitaban. Es fundamental resaltar su legado en esta celebración», concluyó.
La bendición del nuevo retablo es un claro ejemplo de cómo la fe y la unidad de la comunidad pueden transformar espacios sagrados, dejando un legado que inspira y guía a futuras generaciones. Como dice el administrador parroquial, «todo sea para la gloria de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo».
Con Información de www.elrancaguino.cl