En la comuna precordillerana de Santa Bárbara persiste un incendio forestal que mantiene en alerta a las autoridades debido a la dificultad en su control, lo que ha llevado a implementar medidas más estrictas en una zona conocida del área.
La situación de los incendios forestales en la región del Biobío ha sido complicada de manejar por diversos factores, comenzando desde el fin de semana anterior. Se han movilizado recursos tanto aéreos como terrestres, pero el hecho de que muchos de estos incendios hayan sido provocados intencionalmente ha resultado en la devastación de miles de hectáreas.
En este contexto, la emergencia que afecta al sector de la Laguna Pirquinco, en Santa Bárbara, ha llevado a la presentación de una querella en los tribunales, según lo informado por Esteban Krause, director regional de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) en Biobío. Esta decisión se tomó debido a que es el tercer incendio que se registra en la misma área, lo que ha suscitado inquietud sobre la intencionalidad de estos eventos.
El incendio ha devorado aproximadamente 600 hectáreas, impactando principalmente áreas de bosque nativo y recursos paisajísticos de elevado valor ecológico. «Es realmente sorprendente que esta situación se repita en el mismo lugar. La recuperación de estas hectáreas nos llevará años», manifestó Krause, agradeciendo el apoyo de la Delegación Regional en esta acción judicial.
Estado de los incendios en Biobío
En el ámbito regional, actualmente hay siete incendios activos que están siendo combatidos por brigadas y equipos especializados. Hasta ahora, se han reportado más de 5.000 hectáreas afectadas en varios puntos, aunque esta cifra podría cambiar con análisis más exhaustivos.
Las labores de extinción han sido especialmente difíciles en sectores como Santa Juana, Hualqui y Nacimiento, donde la topografía accidentada y la continuidad de combustible complican la situación. «Estos incendios se han producido en condiciones muy semejantes a las del 2023, con pendientes pronunciadas y climas adversos», detalló Krause.
Recursos aéreos y estrategia de contención
Conaf ha puesto en acción helicópteros y otros equipos aéreos para manejar las llamas, sobre todo en Hualqui y Santa Juana. Sin embargo, el uso de aviones cisterna de gran capacidad está sujeto a la evaluación centralizada de Conaf. La distribución de estos recursos se está organizando entre las regiones del Biobío y La Araucanía, priorizando las áreas con mayor riesgo de expansión del fuego.
Además, diversas empresas han contribuido con sus brigadas forestales, junto con el incesante esfuerzo de los cuerpos de Bomberos de las diferentes comunas, quienes han enfocado sus esfuerzos en proteger las viviendas y en combatir directamente las llamas en cada uno de los focos de incendios.
Finalmente, Krause resaltó la relevancia del trabajo coordinado entre Conaf, los municipios, las empresas y los Bomberos, lo que ha permitido reducir el riesgo para la población. «No ha habido heridos ni fallecidos, y aunque la pérdida de viviendas es lamentable, la situación pudo haber sido mucho más grave sin esta colaboración», concluyó. Se espera que, con el transcurso del tiempo, cada incendio pueda ser controlado y extinguido completamente.
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Con Información de elcontraste.cl