Dos operativos de allanamiento en pabellones del Centro de Detención Preventiva de Quillota resultaron en el decomiso de 30 teléfonos móviles y otros artículos prohibidos por las autoridades penitenciarias.
Además, se realizó un operativo similar en la unidad penal de San Antonio, donde se confiscaron numerosas armas blancas fabricadas de manera artesanal.
El más reciente operativo se llevó a cabo alrededor de las 09:00 horas este jueves en el pabellón cinco, destinado a la población condenada. En esta ocasión, el personal logró decomisar once teléfonos móviles, 20 armas blancas artesanales, nueve cargadores USB y sus respectivos cables, así como siete audífonos.
Previo a esto, el miércoles en la mañana, se centró el operativo en el pabellón siete. A las 11:30 horas, el personal de guardia interna y de puestos especiales ingresó al lugar, evacuando a la población penal al patio interior. Luego, se revisaron los dormitorios, donde se encontraron 32 envoltorios de papel cuadriculado con cannabis sativa, 19 celulares, una botella y dos bolsas con licor artesanal, entre otros objetos.
Respecto al operativo de este jueves, el jefe de la unidad penal, teniente coronel Luigi Ugalde Bruna, expresó que “dentro de la planificación interna para mantener la seguridad, se llevó a cabo un procedimiento de registro en el pabellón cinco, donde se logró incautar una cantidad significativa de elementos prohibidos, incluyendo armas cortopunzantes, teléfonos móviles y sustancias ilícitas.”
En la unidad penal de San Antonio, el operativo se realizó este miércoles antes de la salida de la población penal. A las 07:00 horas, el personal del establecimiento y de la Unidad de Servicios Especiales Penitenciarios ingresó a los colectivos tres y cuatro, trasladando a los internos a una zona segura. Durante este procedimiento, se requisaron 21 elementos cortopunzantes, cuatro pipas artesanales, dos litros de fermento, un teléfono celular y otros artículos prohibidos.
El director regional de Gendarmería, coronel Álvaro Millanao Valenzuela, subrayó la relevancia de estos operativos para mejorar la seguridad en los recintos.
“Continuamos aplicando el plan de registros y allanamientos de manera permanente en todas las unidades penales de la región de Valparaíso. Esto nos permite un control constante sobre la población penal, lo que contribuye a realizar un trabajo más seguro, controlado y con mejores resultados”, afirmó.
Cada uno de los incidentes fue reportado al ministerio público, que determinará las acciones a seguir respecto a los teléfonos y la droga incautada.
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Con Información de puranoticia.pnt.cl
