El presidente sirio, Bachar al Asad, ha abandonado el país después de mantener negociaciones con varios actores implicados en el conflicto armado, tal como confirmó el Ministerio de Exteriores de Rusia. En un comunicado, la Cancillería rusa expresó que el mandatario optó por renunciar a su cargo y promover una transición pacífica del poder en Siria.
«Rusia no participó en estas negociaciones, pero estamos en contacto con todos los grupos de la oposición siria», indicó la diplomacia rusa, haciendo un llamado a evitar la violencia y a priorizar un diálogo político inclusivo, respaldado por la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU. Además, Moscú afirmó que está tomando las medidas necesarias para asegurar la protección de sus ciudadanos en Siria.
La salida de al Asad se produce tras el colapso de su gobierno, tras una ofensiva de 12 días liderada por el Organismo de Liberación del Levante, una coalición insurgente apoyada por Turquía. Los insurgentes anunciaron que Damasco estaba «libre del tirano Bachar al Asad» e impusieron un toque de queda de 13 horas como parte de sus primeras acciones para establecer el control en la capital.
Aunque se desconoce el paradero de al Asad, se especula que podría estar en un país africano o que su avión haya sido derribado. Mientras tanto, el primer ministro sirio, Mohamed Ghazi al Jalali, aseguró que las instituciones públicas seguirán bajo su supervisión hasta que se forme un nuevo gobierno.
Bases rusas en alerta máxima
Rusia ha afirmado que sus bases militares en Siria, incluyendo la base aérea de Hmeimim y la base naval de Tartus, se encuentran en estado de alta preparación de combate. Aunque no han detectado una amenaza inmediata, el Kremlin destacó la necesidad de proteger sus intereses estratégicos en la región.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha desmentido los rumores sobre una posible evacuación de la base de Tartus y reafirmó el apoyo militar continuo de Rusia hacia Siria, mientras las tropas rusas llevan a cabo maniobras en el Mediterráneo oriental.
El derrocamiento de al Asad representa un momento crucial en el prolongado conflicto sirio y genera incertidumbre sobre el futuro político y militar del país, así como sobre la influencia de actores internacionales en la región.
Con Información de hoysantiago.cl