El verano trae consigo actividades en piscinas y, lamentablemente, también riesgos para la salud. Especialistas subrayan medidas fundamentales para evitar enfermedades comunes.
La llegada del verano siempre está asociada a actividades recreativas y deportivas en el agua. Piscinas, excursiones escolares y paseos de fin de curso se convierten en el centro de atención, pero también representan un riesgo para adquirir enfermedades cutáneas, gastrointestinales y respiratorias.
Claudia Zenteno Cáceres, directora del Departamento de Ciencias del Cuidado de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Talca, alertó que las actividades en piscinas pueden dar lugar a otitis aguda, alergias cutáneas y trastornos gastrointestinales. “Si estoy enfermo, es fundamental que no ingrese al agua para evitar contagiar a otros”, declaró la especialista. También enfatizó en la importancia de ducharse antes de entrar a una piscina para prevenir la contaminación.
La especialista resaltó el papel del cloro en la correcta manutención del agua, crucial para el control de microorganismos y la reducción de bacterias y virus. “Si el agua tiene un aspecto turbio o presenta sedimentos, es probable que los niveles de cloro y pH no sean los adecuados”, añadió Zenteno.
Recomendaciones para evitar enfermedades
- Evitar piscinas que no cuenten con autorización sanitaria.
- Ducharse antes de entrar al agua.
- No tragar agua durante las actividades acuáticas, especialmente en niños.
- Utilizar tapones para los oídos, sobre todo en los más pequeños.
- Mantener una buena higiene personal después de la actividad, con especial énfasis en el lavado de manos.
Si se presentan síntomas como enrojecimiento, dolor abdominal, fiebre o secreciones en los oídos, se sugiere consultar a un profesional médico. “La prevención es fundamental para disfrutar del verano sin poner en riesgo nuestra salud”, concluyó la especialista.
Con Información de www.diarioelcentro.cl