Autor: Mauricio Muñoz, Sociólogo y Coordinador del Observatorio Laboral de O’Higgins.
Las personas desempleadas son aquellas que no cuentan con un trabajo y están activamente buscando empleo, a menudo conocidas como “cesantes” o “desocupados”. Según la última medición correspondiente al trimestre móvil de junio a agosto de 2024, en la región de O’Higgins se registran 52.497 desocupados, de los cuales 25.394 son mujeres y 27.103 hombres. Aunque a mediados de 2022 la tasa de desocupación en la región experimentó una significativa disminución, alcanzando un 7,5%, desde entonces ha mostrado una tendencia creciente, situándose actualmente en un 10,6%. ¿Cuáles son las razones que explican este fenómeno? A continuación, presentaremos cuatro hipótesis.
Hipótesis 1: Incremento en la participación. La tasa de participación se refiere al porcentaje de personas ocupadas y desocupadas en relación con el total de la población en edad de trabajar (15 años o más). Esta tasa ha ido en aumento desde su punto más bajo durante la pandemia, y actualmente se sitúa en un 59,5%. Esto indica que, a pesar de que la economía regional muestra signos de crecimiento, es probable que aquellas personas que previamente no formaban parte de la fuerza laboral hayan decidido ingresar al mercado, el cual no ha podido integrarlas adecuadamente.
Hipótesis 2: Efecto de la estacionalidad. El empleo en la región, y por ende el desempleo, está fuertemente influenciado por la estacionalidad de la matriz productiva. El número de trabajadores varía cíclicamente a lo largo del año, con un incremento en el empleo durante la temporada estival, especialmente en los sectores agrícola y comercial, y una disminución durante los llamados «meses azules» del invierno.
Hipótesis 3: Impacto de la automatización y el cambio climático. A pesar de ser un sector clave para el Producto Interno Bruto (PIB) regional, el sector silvoagropecuario está viendo una reducción en el número de empleos, especialmente en los de menor cualificación. Esta tendencia podría estar vinculada a la automatización de las actividades agrícolas, además de la crisis climática y sus efectos, como la erosión del suelo y la escasez de agua, que están disminuyendo la necesidad de mano de obra.
Hipótesis 4: Movilidad laboral. Desde finales de 2018 y principios de 2019, se ha observado que durante los periodos de mayor demanda de empleo en el sector agrícola (cosecha), aunque la ocupación en O’Higgins tiende a aumentar, comienza a ser superada por la Región del Maule, a diferencia de lo que ocurría en 2010-2017. Este fenómeno se consolida a finales de 2022, cuando en la Región del Maule, en momentos de aumento del empleo, este incrementó de forma constante, alcanzando un 55,8%, mientras que O’Higgins sufrió una disminución, quedando en un 52,3%. Esto podría indicar una movilidad de trabajadores desde la zona sur de O’Higgins hacia la Región del Maule, donde hace una década predominaban empleos agrícolas cercanos a la frontera regional.
Con estas hipótesis, no buscamos cerrar el debate, sino más bien resaltar la diversidad de fenómenos que están impactando empíricamente la estructura de la matriz productiva regional y sus implicaciones en el ámbito laboral. Ante un problema de tal complejidad, es vital identificar los elementos necesarios para diseñar e implementar soluciones basadas en la colaboración y el diálogo social.
Con Información de www.elrancaguino.cl