
La Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud (APIS) ha señalado que el Estado debe cerca de 50 millones de dólares a las empresas que suministran dispositivos médicos, enfrentando un retraso promedio de pago que alcanza los 300 días.
Esta situación de impago pone en riesgo la continuidad del suministro de insumos vitales, tales como jeringas, guantes, desfibriladores y ventiladores mecánicos, lo que podría tener un impacto serio en la operatividad de los centros de salud.
A pesar de la crisis económica, los proveedores han descartado la opción de un paro o de suspender el suministro. Eduardo del Solar, director ejecutivo de APIS, enfatizó que interrumpir el servicio podría provocar un colapso en el sistema de salud y poner en peligro vidas. «Nuestra industria actúa con ética y no vamos a cesar en nuestra labor. Sin embargo, las empresas están al borde de la quiebra, lo cual implicaría que los productos dejarán de llegar», advirtió.
Esta deuda se generó en marzo de 2023, cuando el gobierno decidió desactivar el sistema de pago automático destinado a los proveedores de dispositivos médicos. Como resultado, 25 servicios de salud perdieron esta metodología de pago, creando un déficit que sigue creciendo. APIS ha instado a las autoridades a regularizar los pagos de manera urgente para prevenir un posible desabastecimiento en el sistema de salud.
Con Información de hoysantiago.cl