Por Karla Moreno Matus,
Jefa de la Unidad de Acompañamiento Estudiantil
Universidad de O’Higgins.
El Programa de Acceso a la Educación Superior (PACE) fue establecido hace una década con el propósito de reinstaurar el derecho a la educación para cientos de jóvenes que, a pesar de tener un rendimiento escolar sobresaliente y cumplir los requisitos para ingresar a universidades selectivas, no alcanzaron los puntajes requeridos en las pruebas estandarizadas (PSU, PDT, PAES). Esto se debe a que dichos puntajes a menudo reflejan el nivel socioeconómico y las oportunidades de preparación de los estudiantes.
Este programa reconoce el contexto educativo de cada estudiante, priorizando su trayectoria por encima de los resultados en las pruebas de selección, lo que brinda acceso a aquellos que tradicionalmente han quedado excluidos.
La atención se ha centrado en liceos con índices de vulnerabilidad escolar más altos en todo el país. En la Región de O’Higgins, PACE ha representado un progreso significativo en el acceso, permitiendo que más de 1.000 jóvenes ingresen, en conjunto con la creación de la UOH.
Para el año 2024, PACE colaborará con 29 universidades a nivel nacional y en más de 580 establecimientos educativos. Este 2025 se sumarán 11 comunas de la región que no formaban parte del programa, lo que es una excelente noticia para dichos colegios, posicionando a la Universidad de O’Higgins como la institución de educación superior que más ha acompañado a colegios en tercer y cuarto año. Esto ofrecerá a los estudiantes una oportunidad real de ingresar a universidades prestigiosas, haciendo el proceso más accesible y reconociendo que el talento está disperso en todos los rincones del país.
En esta ocasión, PACE ha logrado un nuevo hito, ya que los estudiantes que pertenecen al 25% con mejor rendimiento escolar están exentos de los puntajes de las pruebas de admisión, asegurando su acceso. Tres estudiantes de Rancagua, San Fernando y Chimbarongo obtuvieron puntajes nacionales en la M1, constituyendo un gran logro para ellos y sus comunidades educativas.
La buena noticia es que los jóvenes de la Región de O’Higgins cuentan hoy con más oportunidades y expectativas dentro del aula, lo que crea un incentivo palpable para estudiar y estar orgullosos de los resultados obtenidos en la admisión 2025.
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