Las festividades y celebraciones son momentos de gozo y confraternidad. No obstante, también es esencial reflexionar sobre el impacto de nuestras acciones en quienes nos rodean, especialmente en niños y adultos con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Para muchas familias, los fuegos artificiales son un elemento central de la celebración. Sin embargo, para las personas con TEA, estos destellos de luz y ruido pueden resultar angustiosos. La hipersensibilidad sensorial convierte lo que para algunos es maravilloso en una experiencia aterradora.
En Chile, iniciativas como la Ley TEA buscan erradicar la discriminación y fomentar la inclusión, pero el uso de pirotecnia sigue siendo un desafío pendiente. Desde 2021, varios proyectos de ley que buscan prohibir los fuegos artificiales en consideración a las personas con TEA, así como a la fauna y el medio ambiente, han avanzado lentamente.
La inclusión va más allá de aceptar la diversidad; también implica tomar acciones concretas para asegurar el bienestar de todos. Existen alternativas para celebrar de manera respetuosa, sin sacrificar las tradiciones, reimaginándolas para que puedan ser disfrutadas por todos.
Respetar a las personas con TEA es un acto de empatía y un modelo de convivencia para las futuras generaciones. La verdadera celebración se da cuando podemos vivirla juntos, sin excepciones.
Marcela Sirguiado
María Isabel Benavides
Docentes de Enfermería
Universidad Autónoma de Chile
Con Información de www.elrancaguino.cl