La primera ola de calor prevista para 2025 abarcará desde Santiago hasta la Araucanía, según lo informó Patricio González Colville, académico y agroclimatólogo de la Universidad de Talca. Este experto destacó que las temperaturas más elevadas se experimentarán en las regiones del Maule, Ñuble y Biobío.
González explicó que las altas temperaturas se comenzarán a registrar desde este jueves, y se anticipa que el domingo 12 de enero se alcancen cercanías a los 40 grados en la zona central de Chile.
En la capital, se prevén 34 grados para el domingo, mientras que el calor será más intenso, especialmente en Ñuble y Biobío, donde se podrían alcanzar los 39-40 º. En Talca, la temperatura rondará los 38º, y en ciertas áreas de la región del Maule, como Cauquenes y el secano costero, se estima que la temperatura podría variar entre 38º y 39º.
El agroclimatólogo del Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología (CITRA) de la universidad mencionó que es muy probable que se repita una ola de calor “en la segunda quincena de enero o durante la primera quincena de febrero, que son los periodos más cálidos en Chile en términos de altas temperaturas”.
Además, el especialista apuntó que las altas temperaturas también son influenciadas por factores geográficos. “Ciudades como San Fernando, Rancagua, Curicó, Talca, Cauquenes, Chillán y Los Ángeles son zonas bajas, ubicadas entre 90 y 100 metros sobre el nivel del mar y rodeadas de montañas, lo que les confiere un clima muy continental. Esto resulta poco favorable para la agricultura, el control de incendios forestales y la salud pública”, comentó.
Respecto al inicio del fenómeno de La Niña, que podría traer consigo un verano más templado, González señaló que, aunque se trata de un evento de características regionales, no se prevé una reducción significativa en las temperaturas máximas extremas, pues estas responden a cambios térmicos globales que generan un aumento calórico considerable.
No solo se experimentará una ola de calor diurna, que se manifestará entre las 14 y las 17 horas, sino que también las temperaturas altas se mantendrán durante la noche. “Particularmente, cuando las máximas superan los 35 grados y se registran más tarde, entre las 17 y 18 horas, esto provoca que, alrededor de las 2 de la mañana, las temperaturas sean de 22-23 grados en el Valle Central, dificultando el sueño debido a la acumulación de calor en las viviendas”, explicó el agroclimatólogo.
Impacto en la agricultura
Las altas temperaturas no solo representan un riesgo para la salud humana, sino que también afectan gravemente la agricultura, como explicó el especialista. “Las temperaturas extremas impactan el desarrollo fotosintético, un proceso fisiológico crucial para la formación de carbohidratos y, posteriormente, de los frutos. Asimismo, los golpes de sol pueden causar quemaduras en la superficie de las frutas, tornándolas de color café, lo que provoca necrosis y las excluye de los mercados”, indicó.
En este contexto, el experto concluyó que “al estrés térmico, que perjudica la estructura de los cultivos, se suma el estrés hídrico, que se produce cuando la temperatura supera los 34 grados, generando pérdidas de entre 70 y 80 metros cúbicos de agua por hectárea”.
Estrategias
Por otro lado, el especialista enfatizó que la situación térmica actual del planeta demanda enfrentar cada verano con estrategias y medidas de mitigación que protejan la agricultura, los bosques y, sobre todo, la salud pública frente a los golpes de calor.
“La 29ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, celebrada en Azerbaiyán, dejó una conclusión que, en un sentido implícito, revela el sombrío futuro climático del planeta: establecer un fondo de 300,000 dólares para ayudar a los países en vías de desarrollo a adaptarse y mitigar los ‘inevitables’ efectos del cambio climático”, concluyó Patricio González Colville.
El artículo original se puede encontrar en Osorno en la Red.
Con Información de osornoenlared.cl
