Ayer compartimos la noticia sobre el inicio de las obras en la calle Gamero, ubicada en el corazón del centro de Rancagua. Para aquellos que nos desplazamos diariamente por el centro, especialmente por la calle Mujica, es evidente la urgencia de realizar intervenciones en estas vías, que han mostrado un deterioro constante debido al alto tránsito vehicular que soportan. En este aspecto, no hay dudas: las reparaciones son necesarias.
No obstante, han surgido críticas en relación a la manera en que el Serviu gestionó el inicio de estas obras. El cierre de la calle tomó a muchos por sorpresa, sin ningún anuncio previo. Es probable que se haya informado a los vecinos de la zona, pero es claro que esa comunicación resultó insuficiente. El impacto de las obras va más allá del ámbito local, afectando a miles de personas que transitan a diario por las ya congestionadas calles del centro de la ciudad.
La falta de comunicación empaña un proyecto que podría ser muy beneficioso si se manejara adecuadamente. Además, surge una pregunta pertinente: ¿por qué no se programaron estas obras para enero o febrero, cuando el tráfico vehicular disminuye debido a las vacaciones escolares? No tenemos respuesta a ello, pero, basándonos en experiencias previas, la presión por ejecutar los presupuestos antes de que finalice el año podría ser una de las razones.
También sería relevante saber si hay más intervenciones planificadas para las calles del casco histórico de Rancagua o en otras ciudades de nuestra región. La falta de información provoca incertidumbre entre los ciudadanos, quienes no solo esperan avances, sino también que se cumplan los plazos prometidos. Ojalá estas obras no se conviertan en otro “cuento sin fin”, como aún ocurre con la carretera del Cobre. La planificación y la comunicación efectiva son fundamentales para que proyectos como este realmente beneficien a la comunidad.
Luis Fernando González
Sub Director.
Con Información de www.elrancaguino.cl
