Con la llegada de la primavera, muchos creen que las enfermedades respiratorias desaparecen debido a la disminución de la circulación viral. Sin embargo, es importante recordar que estas infecciones también pueden ser causadas por la bacteria Mycoplasma pneumoniae, que tiende a manifestarse durante esta temporada.
Este microorganismo es sensible a las condiciones ambientales, lo que implica que su tiempo de supervivencia en el ambiente es breve, y su transmisión requiere de proximidad entre las personas.
El contagio ocurre a través del contacto con las gotas de secreción de la nariz y la garganta que se expulsan al toser o estornudar. Los grupos más vulnerables son los niños y jóvenes que pasan tiempo en espacios cerrados como jardines infantiles, colegios y universidades. También corren riesgo los pacientes con enfermedades crónicas, como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
¿Cómo evitar los contagios?
La bacteria Mycoplasma pneumoniae se propaga fácilmente de persona a persona. Aunque no siempre se puede evitar la exposición, se recomienda seguir estas medidas:
- Evitar lugares con alta concentración de personas, como cines y centros comerciales, especialmente para grupos de riesgo.
- Lavar las manos con frecuencia.
- Evitar fumar.
- Usar mascarillas.
- Desinfectar superficies que se comparten.
Síntomas y tratamiento
Los síntomas que pueden indicar una infección por Mycoplasma pneumoniae incluyen:
- Fiebre.
- Tos.
- Bronquitis.
- Dolor de garganta y cabeza.
- Fatiga y escalofríos.
El tratamiento generalmente requiere antibióticos. En la mayoría de los casos, se presenta como una faringo-traqueo-bronquitis aguda. Aunque las complicaciones son infrecuentes, es fundamental vigilar la evolución de la infección, ya que algunos pacientes pueden necesitar hospitalización si presentan dificultades para oxigenar o síntomas de deshidratación.
Fuente: Clínica Alemana
Con Información de radioportales.cl