La seguridad ciudadana es, sin duda, una de las preocupaciones más cruciales para los
residentes en Chile. De acuerdo con la última Encuesta Nacional Urbana de Seguridad
Ciudadana (ENUSC), la percepción de inseguridad alcanzó un 87,6% en 2023.
Ante el aumento de actos delictivos, las municipalidades están en una posición favorable para
actuar como agentes clave en la implementación de tecnologías avanzadas que permitan
abordar el crimen de forma eficiente y preventiva. En este sentido, soluciones como la
videoseguridad con inteligencia artificial (IA) y las cámaras corporales para
vigilantes municipales se presentan como recursos valiosos para cumplir con su labor
de resguardar a la comunidad.
La videoseguridad con IA marca un avance significativo del simple monitoreo hacia
la analítica. A diferencia de las cámaras convencionales, esta tecnología no solo captura
imágenes, sino que también analiza patrones en tiempo real para identificar comportamientos
sospechosos, como movimientos anómalos, aglomeraciones repentinas o acciones que
podrían indicar un delito. De esta manera, se logra alertar a las autoridades de inmediato,
disminuyendo drásticamente los tiempos de respuesta y evitando que los incidentes se
conviertan en situaciones más graves, además de notificar a Carabineros de Chile y/o PDI.
Por otro lado, las cámaras corporales para los vigilantes municipales proporcionan
un apoyo fundamental en esta estrategia. Además de servir como un medio disuasorio para
posibles agresores, generan un registro detallado de las interacciones entre los funcionarios
y la ciudadanía. Estas grabaciones pueden ser utilizadas como evidencia en procesos judiciales,
aumentando la transparencia y reforzando la confianza de la comunidad en los equipos de seguridad local.
También permiten supervisar el desempeño de los vigilantes, garantizando un
estándar de calidad en el servicio brindado.
La incorporación de estas tecnologías no solo aborda la necesidad de combatir el
crimen, sino que también mejora la eficiencia operativa de las municipalidades.
Por ejemplo, los sistemas impulsados por IA pueden procesar grandes volúmenes de datos
en cuestión de segundos, facilitando la identificación de tendencias delictivas
y optimizando los recursos disponibles. Esto resulta esencial en un contexto donde los
presupuestos municipales suelen ser limitados y la exigencia por soluciones rápidas y efectivas
es cada vez mayor.
De cara a 2028, los gobiernos locales tienen la oportunidad de liderar un cambio
transformador en la gestión de la seguridad y otros servicios municipales. La conectividad y
la tecnología no deben ser vistas únicamente como herramientas para resolver problemas
actuales, sino como una inversión en el bienestar futuro de sus vecinos. Aquellas municipalidades
que apuesten por estas innovaciones estarán mejor posicionadas para enfrentar los desafíos de
una sociedad cada vez más compleja y exigente.
La modernización tecnológica de las municipalidades es más que una simple tendencia,
debe ser una prioridad para responder a las expectativas de una sociedad que demanda
seguridad, eficiencia y transparencia. Los gobiernos locales enfrentan un gran reto,
pero también tienen una oportunidad única para construir comunidades más
conectadas, protegidas y resilientes. El futuro de nuestras ciudades depende de las
decisiones que tomemos hoy.
Andrea Valenzuela, gerente general de Mobilink
Con Información de radioportales.cl
