Por Cristian Álvarez
Este martes, tras un exhaustivo análisis de sus finanzas, la Municipalidad de Ñuñoa interpuso una demanda judicial contra sus ex autoridades por un presunto “Fraude al Fisco”. Este caso involucra el mal uso de una subvención de $50 millones, aprobada antes de que el actual alcalde asumiera, cuyos gastos no fueron suficientemente justificados y revelaron otras deudas que suman más de $400 millones. El alcalde actual, Sebastián Sichel, criticó el “desorden administrativo” que encontró al tomar posesión, mientras que el abogado que los representará en esta causa hizo comparaciones con la gestión de la ex alcaldesa Cathy Barriga, aunque con menores recursos. La ex edil Emilia Ríos no ha comentado sobre estas acusaciones.
Al finalizar su mandato, cada ex autoridad debe presentar cuentas que demuestren una gestión limpia. No obstante, este caso involucra a un municipio emblemático, que tuvo una difícil contienda electoral y tomó decisiones controvertidas en las últimas semanas de un período municipal que terminó de forma abrupta. Según las autoridades actuales, este asunto va más allá de un simple inconveniente, y decidieron llevar el caso a los tribunales para aclarar el uso de los fondos en cuestión. Este martes, después de recopilar varias pruebas, la Municipalidad de Ñuñoa confirmó la presentación de una querella judicial por desórdenes financieros detectados.
En la sede municipal, las autoridades que han estado al frente de la comuna desde diciembre compartieron detalles sobre esta acción judicial, que apunta a quienes resulten responsables, con el principal delito a comprobar siendo el de Fraude al Fisco. La entrega de la subvención a la Corporación Cultural del municipio, por $50 millones, se otorgó de forma “sospechosa” por parte del Concejo Municipal, que tenía mayoría oficialista, antes de que asumieran las autoridades actuales. Esto destapó un saldo de deudas que alcanzó los $394 millones, supuesto déficit que, según los querellantes, podría haberse originado por la promoción de otras actividades municipales en los meses previos a las elecciones de octubre. El abogado Alberto Precht, quien representará al municipio, comentó: “Estamos investigando indicios de fraude al fisco en la Corporación Cultural de Ñuñoa, que tiene al menos tres áreas claves para resolver, primero el ámbito penal. Creemos que ha habido un propósito de defraudar al Concejo Municipal, similar a lo que ocurrió en Maipú, aunque los montos son distintos”.
El alcalde Sebastián Sichel expresó que desde el inicio de su gestión notó discrepancias en las cuentas, alegando que había un gran desorden administrativo. “Los números no cuadraban, era evidente. Si uno ve que hay $3.550 en una cuenta y hay que pagar $70 millones en sueldos, eso es de sentido común. No se tenía claridad sobre la deuda real”, comentó. Por otro lado, Roberto Brodsky, director de la Corporación Cultural del municipio, mencionó que tuvo que despedir a algunos empleados debido a los problemas financieros, aunque seguirán organizando diversas actividades durante el año: “Desvinculamos a 10 personas como medida inicial, porque no podíamos tomar decisiones sin haber regularizado las deudas sociales. Estamos en un proceso de reorganización y preparando varios eventos, como el festival de cine y teatro”.
Entre los concejales que respaldaron la gestión anterior, las reacciones fueron escasas. Andrés Argandoña, del Frente Amplio, defendió a la ex administración: “Formé parte de la gestión de Emilia Ríos y estoy convencido de que las manos están limpias. No hay pruebas concluyentes que indiquen lo contrario”, afirmó a Chilevisión. Hasta el momento, las ex autoridades no han respondido a las acusaciones, y en las próximas semanas se determinará la admisibilidad de la acción judicial presentada.
Con Información de radioportales.cl