Cada 8 de marzo, el morado se erige como un símbolo de resistencia y lucha en el Día Internacional de la Mujer.
Más que una elección estética, este color representa la dignidad, la justicia y la determinación de millones de mujeres que han alzado su voz en pro de la igualdad de derechos.
Su origen se remonta a los movimientos sufragistas del siglo XX en el Reino Unido, donde las activistas que demandaban el derecho al voto adoptaron el morado, junto con el verde y el blanco, como insignia de su causa.
El verde simbolizaba la esperanza, mientras que el blanco representaba la pureza de sus intenciones; en contraste, el morado encarnaba la lucha y la firmeza en la búsqueda de un cambio. Con el tiempo, este color se ha consolidado como un emblema global del feminismo, recordando tanto los logros alcanzados como los desafíos que aún persisten.

El movimiento feminista ha definido su identidad visual mediante varios símbolos que han acompañado la lucha por los derechos de la mujer. Entre ellos, resalta la bandera sufragista, que en su momento representó la unidad de las mujeres en su búsqueda por participar en la política.
Además, el famoso cartel “We Can Do It!”, inicialmente creado como propaganda de guerra, se ha transformado con el tiempo en un símbolo de la fuerza y capacidad de las mujeres.
Otra representación significativa son los lentes violetas, una metáfora que invita a observar la realidad desde una perspectiva de género, poniendo de manifiesto desigualdades que a menudo pasan desapercibidas.
8M: El pañuelo verde
En Latinoamérica, el pañuelo verde ha adquirido un significado especial en la lucha por el derecho a decidir sobre el propio cuerpo, convirtiéndose en un estandarte de los movimientos que abogan por la legalización del aborto.
Asimismo, la imagen de las brujas ha sido resignificada en varias partes del mundo, sirviendo como recordatorio de cómo a lo largo de la historia, las mujeres que desafiaban el orden establecido fueron perseguidas y castigadas. El gesto del puño en alto, otro símbolo distintivo, sintetiza en un solo movimiento la lucha contra la opresión y la exigencia de derechos iguales.

En el Día Internacional de la Mujer, estos símbolos cobran una importancia especial, ya que refuerzan el mensaje de que la lucha aún continúa. El 8M es una jornada para alzar la voz, exigir justicia y reafirmar el compromiso de construir una sociedad más justa, libre de violencia y discriminación.
Con Información de www.diarioelcentro.cl