Minería verde: el impulso regulatorio que redefine la industria.
Hoy en día, valorar los residuos mineros no es solo una moda ni una buena práctica opcional.
Se ha convertido en una necesidad estratégica y legal para aquellas empresas que quieren operar de manera sostenible.
En los últimos años, la legislación chilena ha empezado a empujar la minería hacia modelos de producción más sostenibles, incorporando principios de economía circular, eficiencia y responsabilidad social.
Estamos ante un cambio de paradigma.
Normas como la Ley Marco de Cambio Climático, los nuevos criterios del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) sobre relaves, y las modificaciones en los Planes de Cierre Minero crean un entorno regulatorio que exige a las compañías no solo minimizar impactos, sino repensar todo el ciclo de sus residuos y subproductos.
Ya no se trata de almacenar pasivos ambientales, sino de transformarlos en nuevas fuentes de valor.
Un hito clave en este proceso ha sido la Política Nacional Minera 2050, que reconoce el papel de la economía circular como un pilar de sostenibilidad del sector.
Esto ha permitido que muchas empresas empiecen a invertir en tecnologías para recuperar minerales de relaves históricos, rediseñando sus procesos con criterios de eficiencia, trazabilidad y menor huella ambiental.
Paralelamente, legislaciones como la Ley REP, aunque no se aplican directamente al sector minero, han permeado culturalmente cómo las industrias entienden su rol en el ciclo de vida de los materiales.
Desde nuestra experiencia asesorando a empresas mineras, hemos visto cómo los principios que inspiran esta normativa están influyendo en la redacción de contratos, diseño de operaciones y adopción de tecnologías más limpias.
Sin embargo, la transición hacia una minería verde no está exenta de desafíos.
Uno de los principales es la dispersión normativa; la falta de integración entre regulaciones ambientales, sectoriales y territoriales genera incertidumbre jurídica, especialmente en proyectos que apuestan por innovaciones tecnológicas no estandarizadas, como el reprocesamiento de relaves o la recuperación de metales desde pasivos ambientales.
También se suma la necesidad de desarrollar herramientas contractuales sólidas y sistemas de cumplimiento ESG que no solo aseguren el cumplimiento regulatorio, sino que permitan a las empresas demostrar a inversionistas, comunidades y autoridades, un compromiso real con la sostenibilidad.
Hoy, cumplir con las normas ambientales es apenas el punto de partida.
Lo que distingue a las empresas líderes es su capacidad de anticiparse a las nuevas exigencias y convertirlas en ventajas competitivas.
En VA – Vidal Abogados, hemos estructurado una propuesta de valor que responde a este nuevo escenario: combinamos conocimiento jurídico, visión estratégica y comprensión técnica del negocio minero, apoyando a nuestros clientes en la obtención de permisos, estructuración legal de proyectos, incorporación de cláusulas ESG en contratos de largo plazo y defensa ante fiscalizaciones.
El cambio ya está en marcha.
Y aunque los desafíos son muchos, las oportunidades también lo son.
Hoy contamos con instrumentos normativos que habilitan la reutilización de materiales y fomentan la circularidad.
El verdadero reto radica en saber cómo activarlos y alinearlos con el modelo de negocio. Ahí está, precisamente, nuestra especialidad.
La minería verde no es un sueño futuro: es un proceso en desarrollo, impulsado por marcos legales más exigentes, pero también por una transformación cultural que redefine lo que significa ser una empresa responsable.
María José Vidal Olmedo.
Experta en derecho minero y tributario.
Socia de VA – Vidal Abogados
Con Información de portalmetropolitano.cl