Jonathan Álvarez Toro, magíster en Desarrollo Curricular y Proyectos Educativos de la UNAB, encargado de Mejora Continua y Acompañamiento Técnico Pedagógico en el SLEP Maule Costa.
Una de las características más significativas de la Nueva Educación Pública, según la ley 21.040 que establece los Servicios Locales de Educación, es el acompañamiento técnico pedagógico, enfocado en potenciar el liderazgo directivo y, a partir de esto, mejorar las prácticas docentes que impacten en la calidad del aprendizaje de los estudiantes. Este acompañamiento ha generado grandes expectativas entre los equipos directivos y docentes, según se evidenció en la etapa de involucramiento y diagnóstico realizada por la UATP del SLEP Maule Costa durante el 2024.
La ley establece que los SLEP tienen como prioridad «fortalecer y desarrollar las capacidades de los establecimientos educacionales, sus comunidades y sus proyectos educativos institucionales. En particular, deberán fomentar, a través de los directores y equipos directivos, el trabajo profesional colaborativo entre docentes, orientado a la mejora constante de los procesos educativos y al desarrollo de competencias profesionales que aseguren aprendizajes de calidad» (art. 7).
Si bien es cierto que los profesionales de la educación poseen diversas habilidades y capacidades para apoyar a los estudiantes en su proceso formativo, y confiamos en su experiencia y formación, también es fundamental reconocer que la educación enfrenta hoy desafíos complejos que demandan soluciones innovadoras y efectivas. Por ello, crear las condiciones que permitan atender estos retos en la educación pública es una responsabilidad compartida entre los Servicios Locales de Educación, como actuales sostenedores, y los equipos directivos y docentes de las instituciones educativas.
En efecto, entendemos que la ley 21.040 no solo implica un cambio en la administración, sino que busca establecer una nueva relación entre los sostenedores y las comunidades educativas, fundamentada en la colaboración, la reflexión conjunta, el liderazgo distribuido y la confianza. Es importante recalcar que la mejora de la calidad, los resultados y los niveles de aprendizaje es el resultado de un acompañamiento enfocado en fortalecer el liderazgo directivo y desarrollar capacidades internamente, promoviendo una visión amplia y estratégica que considere claramente las debilidades y fortalezas para definir procesos y caminos de mejora que permitan alcanzar los objetivos establecidos.
El acompañamiento técnico pedagógico se configura en torno al modelo de desarrollo de capacidades (MDC) que propone la Dirección de Educación Pública (DEP). Este modelo subraya que no es una asesoría externa la que transformará la cultura escolar, el clima organizacional o la reestructuración del tiempo no lectivo, sino que es el liderazgo pedagógico de cada comunidad educativa el que debe impulsar el impacto y las acciones a implementar. Así, el acompañamiento técnico pedagógico del Servicio Local de Educación Pública Maule Costa, y de otros servicios, debe tener en cuenta el modelo de desarrollo de capacidades, fortaleciendo a los equipos directivos para que sean ellos quienes establezcan objetivos, estrategias y acciones, lo que facilitará mejoras relevantes y coherentes según el contexto, conduciendo a un avance sustentable y amplio.
Las capacidades centrales del acompañamiento técnico pedagógico incluyen: capacidad de colaboración, capacidad de reflexión, capacidad de liderazgo distribuido y capacidad de confianza relacional. Estas habilidades son transversales a todos los aspectos de la gestión institucional y requieren un cambio intencionado en los modos de trabajo y en la interacción entre los actores educativos, promoviendo la colaboración, la reflexión y relaciones positivas basadas en la confianza entre todos los involucrados.
El éxito de la nueva educación pública es, por ende, un desafío colectivo entre los servicios locales, otros actores estatales y los establecimientos educativos.
Con Información de www.diarioelcentro.cl