Aunque la depresión en perros no se puede comparar directamente con la depresión en humanos, estos animales, al ser seres emocionales y sensibles, también pueden experimentar períodos de inestabilidad psicológica. Situaciones como la pérdida de un ser querido o cambios en su entorno, como una mudanza, pueden impactar su estado emocional.
El profesor de Etología Félix Zaragoza, de la Universidad Alfonso X El Sabio, señala que los perros, al igual que otros animales que cuentan con estructuras cerebrales complejas, pueden desarrollar trastornos psicológicos que son similares a los de los humanos. Sin embargo, las emociones en los humanos tienden a ser más complejas y duraderas, mientras que los perros responden principalmente a factores como su entorno, la educación que reciben y la compañía que tienen.
Las causas más comunes de malestar emocional en los perros incluyen el estrés crónico y la soledad prolongada. La veterinaria especializada en comportamiento, Elena García, menciona que los perros no manejan bien la soledad continua, lo que puede tener un efecto negativo significativo en su bienestar psicológico. Del mismo modo, restringir su capacidad de expresar su naturaleza, como interactuar durante los paseos o explorar su entorno, puede dar lugar a apatía e indefensión aprendida.
Además, las enfermedades pueden influir en el estado anímico de los perros, ya que el dolor prolongado puede dejar una marca emocional duradera. Entre los signos más comunes de malestar emocional se encuentran la apatía, la inactividad y la falta de interés en actividades que previamente disfrutaban.
Para ayudar a un perro en esta situación, es esencial descartar problemas de salud y asegurarse de que se satisfacen sus necesidades básicas, que incluyen el juego, el descanso y la interacción social. También es crucial comprender la comunicación canina y ser coherente en la respuesta a su comportamiento, para que el perro se sienta seguro y comprendido.
Con Información de hoysantiago.cl