Escrito por Giovanna Amaya Peña, Seremi del Medio Ambiente de la Región de O’Higgins; Ing., MSc., M.B.A, PhD©
El verano de 2025 ha llegado a nuestra Región de O’Higgins, trayendo consigo altas temperaturas, cielos despejados y el enemigo que se vuelve más poderoso con cada año: los incendios forestales. Somos conscientes de que este desafío no solo devastan nuestra naturaleza, sino que también pone en riesgo la salud y la calidad de vida de nuestras comunidades. En un contexto marcado por el cambio climático, es imperativo actuar de inmediato para abordar estas emergencias. La prevención y colaboración son clave para asegurar un verano más saludable para todos.
El humo producido por los incendios forestales nos recuerda los peligros que conllevan. No solo afecta la visibilidad, sino que también transporta partículas finas como el material particulado (MP2.5), que puede infiltrarse en los pulmones y el torrente sanguíneo, aumentando el riesgo de enfermedades respiratorias y cardiovasculares, especialmente entre niños, ancianos y personas con afecciones crónicas. Por ello, es crucial monitorear la calidad del aire para salvaguardar la salud de la población.
Como se ha mencionado en numerosas ocasiones, la región dispone de cuatro estaciones de monitoreo de la calidad del aire en Rancagua, Rengo y San Fernando. Estas estaciones permiten evaluar las condiciones del aire en el valle central; sin embargo, el valle de Colchagua y el secano costero, donde se producen la mayoría de los incendios forestales, no cuentan con monitoreo. Esta desventaja impide disponer de información en tiempo real para advertir a las comunidades y tomar decisiones adecuadas por parte de las Autoridades Regionales y Locales.
Una vez más, gracias a un esfuerzo conjunto entre la Seremi de Medio Ambiente y la Universidad de O’Higgins, hemos instalado dos sensores de monitoreo en áreas estratégicas de Peralillo y La Estrella, donde los incendios son frecuentes. Aunque estos sensores no cuentan con la validación del Ministerio del Medio Ambiente, han mostrado una correlación del 90% con las estaciones oficiales, brindando datos confiables, de referencia y accesibles en línea a través de www2.purpleair.com. Esto nos permite ampliar la cobertura de monitoreo para incluir comunas como Marchigüe, Lolol, Santa Cruz, Navidad, Litueche, Pichilemu y Paredones.
Es fundamental destacar que el monitoreo es solo una parte de la solución. La prevención representa el verdadero desafío. La educación y la concientización ciudadana son necesarias para disminuir el riesgo de incendios. Debemos evitar el uso del fuego en zonas forestales y fomentar acciones de mitigación, que incluyan reforestación con especies nativas y la promoción de la economía circular.
La instalación de sensores, las estaciones de monitoreo de la calidad del aire y la disponibilidad de datos en tiempo real representan un compromiso compartido con la salud y el medio ambiente de nuestros territorios. Estas acciones son un reflejo del Gobierno Ecológico del Presidente Boric, que prioriza el bienestar de las personas y la protección del medio ambiente.
La calidad del aire no es solo un aspecto ambiental; es una cuestión de salud y un indicativo de nuestra capacidad para adaptarnos al cambio climático. En la Región de O’Higgins, podemos enfrentar este desafío estival mediante acciones concretas, promoviendo un compromiso colectivo que beneficie tanto a las generaciones presentes como a las futuras.
Con Información de www.diarioelpulso.cl