La industria del salmón en Chile, considerada la segunda mayor productora del mundo, enfrenta un creciente escrutinio en términos ambientales y sociales. Recientes informes advierten sobre los efectos de esta industria en las áreas protegidas de la Patagonia, subrayando los peligros para la biodiversidad y la salud pública.
Chile destaca por sus excepcionales condiciones naturales para la producción de salmón, lo que ha llevado a un aumento exponencial de esta industria en las últimas décadas. Sin embargo, aunque los beneficios económicos son claros, también lo son los perjuicios ambientales y sociales que genera la Superintendencia del Medio Ambiente ha documentado daños ecológicos graves en zonas como las reservas nacionales Las Guaitecas y Kawésqar, que sufren a causa de la sobreproducción y la contaminación.
La industria salmonera se encuentra bajo constante cuestionamiento por sus prácticas. En 2024, se documentaron varios incumplimientos ambientales, incluido el fallecimiento de ballenas jorobadas cerca de centros de engorda. Las condiciones de hacinamiento y el uso excesivo de antibióticos han suscitado preocupaciones sobre el bienestar animal y los riesgos para los ecosistemas marinos. Publicaciones internacionales, como The Washington Post, han aconsejado evitar el consumo de salmón chileno debido a su impacto ambiental.
El impacto sobre las personas también es alarmante , con 80 trabajadores fallecidos entre 2013 y 2024 en este sector, lo que convierte a Chile en un líder mundial en mortalidad laboral en la industria salmonera.
Un llamado a la reflexión
En este contexto, Sinergia Animal hace un llamado urgente a la reflexión. Según Benjamín Mujica, gerente corporativo de la ONG, una parte de la solución radica en las elecciones alimenticias que tomamos. «Elegir una dieta más basada en plantas no solo reduce el impacto ambiental, sino que también disminuye el sufrimiento animal y mejora las condiciones laborales en la industria alimentaria», sostiene Mujica.
La organización también resalta la necesidad de considerar a los peces como seres sensibles. «Los peces son capaces de sentir dolor, miedo y tienen memoria, sin embargo, la industria acuícola los somete a condiciones extremas de hacinamiento y estrés», añade Mujica.
Sinergia Animal invita a la población a explorar nuevas alternativas en su alimentación. Para facilitar esta transición, la ONG ofrece un recetario gratuito con opciones basadas en plantas, disponible para todos aquellos interesados.
La publicación Los costos ocultos de consumir salmón en Chile: Urge un cambio en nuestra alimentación fue realizada en Osorno en la Red.
Con Información de osornoenlared.cl