El 31 de octubre se acerca rápidamente, una fecha en la que es común escuchar en las calles la famosa pregunta: «¿dulce o travesura?». Halloween es una festividad muy deseada por los niños, pero es esencial estar atentos al tipo y cantidad de azúcar que ingieren durante esta celebración.
Cecilia Sepúlveda, nutricionista pediátrica en la Clínica Universidad de los Andes, alerta sobre el tema: “El problema radica en que los niños no siempre tienen la madurez suficiente para controlar su consumo de golosinas y entender los efectos negativos que puede tener una ingesta excesiva”. Entre las consecuencias inmediatas, menciona malestares gastrointestinales, como dolor de estómago e incluso diarrea.
Es crucial revisar la cantidad de dulces recogidos, ya que consumirlos durante varios días puede afectar el estado nutricional del niño y aumentar el riesgo de caries. Además, si se supera la ingesta calórica diaria y existen antecedentes de diabetes, resistencia a la insulina u obesidad, se incrementa el riesgo de desarrollar estas enfermedades.
La especialista explica que “la mayoría de los dulces no aportan nutrientes; únicamente añaden calorías vacías sin beneficios nutricionales”. Por eso, se aconseja ofrecer alternativas más saludables, como galletas caseras o frutas decoradas con motivos de Halloween, disminuyendo la ingesta de productos con excesiva cantidad de sellos.
Además, hay que tener en cuenta que el azúcar puede generar una sensación de bienestar y, en ciertas ocasiones, podría llevar a una dependencia emocional si las golosinas se utilizan como recompensas o castigos.
Efectos de los dulces en la salud bucal
La Dra. Rebeca Tapia, odontóloga pediátrica de la Clínica Universidad de los Andes, apunta: “El consumo de dulces puede perjudicar los dientes si no se mantiene una adecuada higiene bucal. Además, caramelos, chicles y masticables, al ser difíciles de eliminar, tienden a quedarse en la boca por más tiempo, lo que favorece la aparición de caries”.
Es importante señalar que las bacterias de la boca se alimentan de azúcar, y con un consumo frecuente, se incrementa el riesgo de caries y otras afecciones como inflamación de encías, manchas y erosión dental.
Recomendaciones para un adecuado cepillado dental:
- Utilizar un cepillo dental de cabeza pequeña y cerdas suaves.
- Aplicar pasta con fluoruro desde la erupción del primer diente.
- Supervisar o realizar el cepillado a los niños, dependiendo de su edad.
- Cepillarse al menos dos veces al día, especialmente antes de dormir.
- Lavar todas las superficies de los dientes (10 veces) y también la lengua.
- El cepillado debería durar aproximadamente cinco minutos.
- Cambiar el cepillo cada dos o tres meses.
“En ocasiones como Halloween, es aconsejable consumir dulces con moderación y restringir su ingesta a un solo día. Si no se consumen el mismo día, lo ideal es guardarlos o descartarlos. Además, se debe evitar dar azúcar a los niños menores de dos años y, posteriormente, limitar su consumo entre comidas”, concluye la Dra. Tapia.
Con Información de www.elrancaguino.cl