“Las cosas nos terminaron saliendo peor”. Esta es una de las afirmaciones del gerente deportivo de O’Higgins, Pablo Calandria, una vez finalizado el campeonato de la Primera División 2024.
Aquellos que estuvimos ayer en el estadio El Teniente presenciamos a un equipo sin energía, esperando simplemente el pitazo final y deseando que el rival no lograra convertir los ocho goles que necesitaba para salvarse.
A pesar de todo, el equipo local, respaldado por más de 6 mil hinchas, logró evadir el descenso a la segunda categoría nacional gracias a la diferencia de goles.
En los primeros años de la nueva gestión del club, nos acostumbramos a ver buenos resultados, a competir por campeonatos y a ganarlos. Sin embargo, desde 2016, esa realidad se desvaneció y O’Higgins ha tenido que luchar por mantener su lugar en la máxima categoría en los últimos años.
En cuanto a lo deportivo, queda claro que la gestión no ha sido la adecuada, algo que se evidenció en 2024. A pesar de que la plantilla parecía superior a la de años anteriores, con la incorporación de jugadores extranjeros provenientes de ligas importantes de sus países, no lograron adaptarse. En varias ocasiones, fueron los jóvenes talentos del club quienes dieron la cara y tuvieron un papel fundamental en la obtención de los pocos puntos conseguidos en la segunda mitad del torneo.
Se realizó una planificación y se ejecutaron acciones, pero como señala Calandria, los resultados no fueron los esperados. O’Higgins y su afición requieren una reestructuración total, incorporando elementos que contribuyan a mejorar el rendimiento deportivo de cara al 2025. La región merece que su equipo de primera división esté en una posición mucho más alta de la que ocupó al final de esta temporada.
Deseamos que el miedo al descenso, que se hizo presente en el último mes, sirva como un catalizador para corregir el rumbo, y que, pese a los números, se mantenga la vista aguda para, con los recursos limitados, potenciarse adecuadamente.
Este artículo Las penurias celestes fue publicado originalmente en El Rancagüino.
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