En un acogedor rincón del campo de Los Ángeles, entre plantas tintóreas y lana de oveja, Carmen Fuentes ha creado un emprendimiento que ha llenado su vida de colores vibrantes y un renovado sentido de propósito: Lanitas con Fieltro. A sus 73 años, esta exeducadora de párvulos ha transformado su jubilación en una etapa creativa dedicada al arte textil.
“Antes trabajaba en un jardín, pero al jubilarme comprendí que no podía quedarme sin hacer nada. Así fue como me sumergí en el mundo de la lana”, explica Carmen. Con mucha dedicación, recolecta lana natural, la lava, la tiñe usando elementos vegetales como cebolla, betarraga, té y ramas, y crea figuras adorables como pajaritos, conejitos, llaveros y tejidos.
El proceso es completamente artesanal. Desde la lana virgen de color neutro, Carmen selecciona las plantas adecuadas para obtener los tonos deseados según el diseño que imagina. Posteriormente, forma cada figura mediante una técnica de fieltrado con aguja, tarea que puede durar de dos a seis horas, dependiendo de la complejidad.
“Por ejemplo, hacer un pajarito me lleva seis horas, tiene que quedar bien firme para que no se desarme”, señala. Además, crea otras figuras que requieren tiempos de elaboración variados, pero que generalmente no superan las tres horas, dependiendo de la complejidad y los colores elegidos.
Más allá de un simple pasatiempo, Lanitas con Fieltro se ha convertido en una fuente de energía y autonomía para Carmen. Su hija le construyó un pequeño taller en casa, donde trabaja rodeada de sus materiales y creaciones. “Esto me mantiene activa, me encanta. Llevo más de dos años en esto y he podido crear muchas cosas”, comparte con orgullo.

Un relato con «Lanitas con Fieltro»
Carmen ha aprendido en gran medida de forma autodidacta. “Solo asistí a una clase para hacer pajaritos, después me enseñé mirando, dibujando y creando”, cuenta. Sus diseños, lejos de ser extravagantes, buscan conectar con lo cotidiano y con lo que a la gente le gusta: animalitos, naturaleza, figuras simples pero llenas de ternura.
En cuanto a los precios, considera el tiempo empleado, los materiales y los detalles de cada pieza. Los pajaritos tienen un costo que va de $8.000 a $12.000, mientras que los llaveros artesanales se venden entre $3.000 y $4.000. Además, también ofrece tejidos en lana natural.
Quienes deseen conocer su trabajo pueden seguirla en Instagram como @LanitasconFieltro, o visitarla los fines de semana después de las 16:00 en la feria de la Plaza Pinto de Los Ángeles, donde comparte su arte con la comunidad.
La historia de Carmen Fuentes ejemplifica cómo el espíritu emprendedor y creativo no tiene edad. Con sus manos, transforma la lana en pequeños tesoros y demuestra que el amor por lo que hacemos puede abrir nuevas oportunidades en cualquier etapa de la vida.


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Con Información de elcontraste.cl