Miguel Martínez R. Psicólogo especializado en deporte y rendimiento humano.
La salud mental es frecuentemente vista como un tabú, donde enfrentar problemas psicológicos se asocia erróneamente a la locura, enfermedad o debilidad. Sin embargo, la psicología forma parte de nuestra vida diaria; constantemente estamos pensando, actuando y expresando emociones en nuestras interacciones.
Es fundamental destacar que, aunque existen trastornos psicológicos severos, como la esquizofrenia, también hay problemáticas mentales que surgen de nuestros propios pensamientos, emociones reprimidas y patrones de conducta que en el pasado fueron útiles, pero que ahora pueden obstaculizar nuestro rendimiento y bienestar.
Entre los pensamientos que pueden impactar a una persona se encuentran:
- Pensamientos negativos: Se centran en errores, fracasos o situaciones desagradables, generando emociones como ansiedad, estrés, miedo, ira o tristeza.
- Pensamientos irracionales: Relacionados con emociones intensas que provocan reacciones impulsivas. Por ejemplo, pensar “soy un fracasado por cometer un error” puede disminuir la autoconfianza.
- Distorsiones cognitivas: Formas erróneas de procesar información, como la sobregeneralización: “nunca me va bien” o “siempre cometo errores”, que llevan a una mala interpretación de la situación.
- Pensamientos limitantes: Interpretan la realidad de manera que restringen el desarrollo personal, impidiendo alcanzar metas, como “no soy capaz” o “esto no es para mí”.
- Pensamientos intrusivos: Ideas o imágenes no deseadas que pueden volverse obsesivas, resultando difíciles de controlar y generando malestar.
Además, estos pensamientos se vinculan a emociones, que son reacciones fisiológicas ante estímulos internos o externos. No expresar ciertas emociones puede dar lugar a problemas físicos como dolores de cabeza o musculares… y, en consecuencia, incrementar los problemas mentales, afectando el desempeño en diferentes ámbitos de la vida, así como el bienestar general.
Tanto los pensamientos como las emociones pueden impactar en la autoestima, la concentración, la calidad de vida, la percepción de uno mismo, la autoconfianza, las relaciones interpersonales y la salud física y mental.
Por ello, es importante buscar la ayuda de un psicólogo profesional que pueda ofrecer orientación y apoyo, y ayudar a desarrollar herramientas para afrontar estos pensamientos y emociones. Aunque pueda parecer sencillo, requiere esfuerzo y un compromiso por parte del paciente; es un trabajo colaborativo para restaurar el bienestar.
Acudir al psicólogo no debe ser visto como un tabú ni como un signo de enfermedad, sino como una oportunidad para sentirse bien consigo mismo y alcanzar objetivos personales. Un estado mental equilibrado permite enfrentar las adversidades de la vida, desarrollar habilidades, aprender y trabajar de manera efectiva, contribuyendo así al desarrollo personal y comunitario; en síntesis, eso es la salud mental.
Para más información o solicitar una consulta, contacta a Miguel Martínez R., Psicólogo especializado en deporte y rendimiento humano en Talca. Contacto: [email protected], www.vivesalud.cl. Juntos podemos encontrar la mejor manera de manejar tus pensamientos y emociones para que puedas sentirte bien contigo mismo o contigo misma.
Con Información de www.diarioelcentro.cl