Con solo cerrar un poco los ojos, se puede viajar al tiempo de la América virreinal y al temprano barroco europeo, cuando Claudio Monteverdi ejercía como «maestro di cappella» en la Basílica de San Marcos, en Venecia.
Quienes asistan a los próximos conciertos de verano de la Orquesta Nuevo Mundo serán testigos de los instrumentos y melodías que resonaron bajo la magnífica cúpula de mosaicos desde 1613, y que el propio compositor recopiló al final de su vida en 1641. Paralelamente, en América, se estaba gestando una nueva cultura, que quedó reflejada en las páginas del Código de Trujillo, donde se encuentran las primeras transcripciones musicales de América del siglo XVII. Estos conciertos serán interpretados por la reconocida agrupación chilena, que utiliza instrumentos auténticos, bajo la dirección de Marcelo Vidal.
Los conciertos programados para este fin de semana son: domingo 26, 18:00 horas, en el escenario abierto de Bucalemu; y domingo 26, 20:30 horas, en el Centro Cultural Agustín Ross, Pichilemu.
Hace once años, un grupo de artistas chilenos dedicados a la música antigua decidió crear una organización dedicada a la interpretación de las obras de este período. En la actualidad, la Orquesta Barroca Nuevo Mundo (OBNM) es la única orquesta con un elenco estable y una programación anual enfocado exclusivamente en este género en el continente americano, comprometida con su difusión a través de giras regionales.
La OBNM utiliza instrumentos que son reproducciones exactas de los que se empleaban en aquella época. Podrán verse teorbas, dulcianes, sacabuches y violas da gamba, algo poco común en la actualidad.
Lograr esto ha sido un desafío, ya que en muchos casos no existen planos para fabricar estos instrumentos; se han creado a partir de la observación de pinturas de la época. Se ha realizado una exhaustiva investigación histórica y artística para reproducir el sonido de la manera más auténtica posible. Un claro ejemplo de este esfuerzo es el arduo trabajo que realizó la OBNM para conseguir sacabuches y cornetos para su cuarteto de vientos. Los sacabuches se encargaron a fabricantes de Lituania e Inglaterra, y luego se buscó a trombonistas dispuestos a experimentar con técnicas antiguas.
La OBNM depende en gran parte del financiamiento proporcionado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, y ha hecho historia al ser la segunda orquesta chilena en presentarse en el Teatro Colón de Argentina, además de recibir visitas distinguidas de Puebla, México, y ser galardonados repetidamente por críticos de arte en Chile por su contribución a la ópera barroca.
Con Información de www.elrancaguino.cl