jueves 17 abril 2025
16.6 C
Santiago

La falta de neurocirujanos priva de atención a más de 5 millones de pacientes anualmente en todo el mundo.

Cada año, alrededor de 22,6 millones de personas experimentan trastornos o lesiones neurológicas, de los cuales casi 14 millones requieren intervención quirúrgica. Las lesiones cerebrales traumáticas, los accidentes cerebrovasculares, los tumores y la hidrocefalia representan la mayoría de las atenciones neuroquirúrgicas esenciales a nivel global.

No obstante, hay una escasez de neurocirujanos capacitados para proporcionar una atención de calidad o al menos un servicio básico. Un informe reciente titulado «Educación, Neurocirugía e Impacto Social», elaborado por la Cátedra VIU-NED de Neurociencia Global y Cambio Social, vinculada a Planeta Formación y Universidades y la Fundación NED, expone la complicada situación en el continente africano, que es representativa de muchas regiones de América Latina que enfrentan desafíos similares.

Países como Colombia, Ecuador y Perú, aunque se encuentran levemente por encima de la media (0,44 neurocirujanos por cada 100,000 habitantes), todavía están lejos de alcanzar una cantidad ideal de neurocirujanos para atender la demanda de casos. Solo Chile, junto con Brasil y Argentina, parece estar en una mejor situación.

El informe sugiere soluciones innovadoras para abordar la desigualdad en la formación y atención neuroquirúrgica, resultado del trabajo que se está desarrollando desde la Cátedra de Neurociencia Global y Cambio Social, establecida por la Universidad Internacional de Valencia y la Fundación NED.

Desigualdad en el acceso a la atención neuroquirúrgica

La desigualdad en el acceso a la atención neuroquirúrgica es un problema que aflige a millones de individuos en el mundo. Mientras que los países de altos ingresos disponen de un promedio de 36,1 neurocirujanos por cada millón de habitantes, los sistemas de salud de bajos recursos apenas cuentan con 1,5 neurocirujanos.

Esta alarmante discrepancia revela una crisis de salud pública a nivel global: sin neurocirujanos, no se puede garantizar un acceso equitativo a la neurocirugía. Por esta razón, hace más de 20 años, el reconocido neurocirujano Jose Piquer Belloch, quien lidera el servicio de Neurocirugía del Hospital de la Ribera, fundó la Fundación NED, de la cual hoy es presidente, y comenzó su labor formativa en África del Este, dando origen al Instituto NED.

Situación de África en atención neuroquirúrgica

La situación en África es particularmente crítica, ya que el continente soporta más del 15% de la carga global de enfermedades neuroquirúrgicas, pero tiene la menor densidad de especialistas a nivel mundial: solo 0,3 neurocirujanos por cada millón de habitantes. “Esta inmensa falta de especialistas es el resultado de un legado histórico de desigualdad, así como de factores como infraestructuras inadecuadas y programas de formación deficientes”, señala el Dr. Jose Piquer Martínez, director de la Fundación NED.

“Aunque el contexto socioeconómico varía la práctica neuroquirúrgica en cada país, las competencias esenciales que debe tener un especialista son universales. Necesitamos clasificar las habilidades más necesarias en cada contextos y determinar qué intervenciones son prioritarias donde las oportunidades de formación son limitadas”, añade el Dr. Rubén Rodríguez Mena, codirector de la Cátedra VIU-NED.

Por su parte, la Dra. María J. García-Rubio, también codirectora de la Cátedra, enfatiza que “son necesarias estrategias educativas flexibles que se adapten a las diversas etapas del desarrollo profesional y a los distintos contextos socioeconómicos. La creación de estas iniciativas debe llevar una visión social que facilite el acceso a grupos con menos oportunidades”.

La tecnología como aliada en la educación quirúrgica

El informe presenta más de 15 iniciativas de formación que han mostrado eficacia, incluido programas de mentoría, laboratorios de simulación quirúrgica y colaboraciones internacionales. El objetivo es instaurar una red sostenible de capacitación que permita a los neurocirujanos formarse en sus países de origen, evitando la “fuga de cerebros” que ha agravado este problema.

Entre las iniciativas más relevantes se encuentran la creación de centros de educación especializada, programas de simulación quirúrgica, cirugías supervisadas, talleres prácticos y sistemas de mentoría. Asimismo, el informe resalta la importancia de las tecnologías digitales y la formación en línea para democratizar el acceso al conocimiento neuroquirúrgico.

Las cifras son contundentes: se requieren más de 23,000 nuevos neurocirujanos para cubrir los más de 5 millones de casos no atendidos cada año. Detrás de cada cifra hay historias humanas: pacientes con traumatismos, accidentes cerebrovasculares, tumores e hidrocefalia que no pueden acceder a un tratamiento que podría salvar sus vidas. La formación de neurocirujanos no es solo una cuestión de crecimiento profesional, es una necesidad urgente para garantizar el derecho fundamental a la salud.

Con Información de osornoenlared.cl

Más leído esta semana

Temas

spot_img

Artículos relacionados

Categorías populares

spot_imgspot_img