El comercio electrónico continúa su trayectoria de crecimiento y expansión a nivel mundial, convirtiéndose en un componente esencial del comercio minorista. En esta era digital, donde los consumidores pueden realizar compras con un solo clic, las tiendas han ido más allá de simplemente digitalizar sus catálogos de productos; también han ampliado su oferta para adaptarse a las nuevas demandas del mercado surgidas tras la pandemia.
De acuerdo con cifras de Statista, aproximadamente un 35% de los consumidores a nivel global declaró haber realizado compras online al menos una vez al mes durante 2024. Para ponerlo en perspectiva, las ventas totales de 2023 alcanzaron los 5.8 billones de dólares, y se proyecta que para el 2027 superen los 8 billones de dólares.
En Chile, la tendencia es igual de significativa. Según el mismo portal, se esperaba que las ventas anuales de comercio electrónico alcanzaran aproximadamente 11.500 millones de dólares en 2024, casi el doble de lo registrado en 2019, antes de la pandemia de COVID-19. Además, el número de compradores digitales en el país ha crecido de manera notable, alcanzando cerca de 8,7 millones en 2024.
Estamos ante una nueva era para el comercio minorista, que ahora busca reencantar a sus clientes a través de una experiencia “figital”, al mismo tiempo que intenta proteger sus márgenes de ganancia.
¿Hacia dónde se dirige el retail?
El modelo de negocio actual se ve obligado a evolucionar, dado que muchos marketplaces están potenciando su comercio electrónico, ofreciendo volúmenes y variedades de productos a precios difíciles de igualar.
Esto genera una competencia desigual. Algunas marcas han encontrado fórmulas que les permiten producir sin necesidad de grandes almacenes y con envíos aéreos. Por ahora, esta estrategia resulta efectiva y hay un amplio campo para crecer.
La economía global se basa en el consumo, y los actuales marketplaces están proporcionando productos a precios bajos y con tiempos de entrega muy cortos. Por ejemplo, un envío desde China puede tardar solo una semana, y esta forma de operar está transformando el camino del comercio.
Un nuevo orden mundial
El ritmo de consumo se refleja en la cantidad de temporadas. Actualmente, el retail se ve impulsado a presentar novedades cada mes, debido a la producción sin precedentes de los marketplaces. En este sentido, el ecommerce avanza hacia una versión 2.0.
Los productos ahora tienen una vida útil definida y un escaso margen para reparaciones. Lo que antes era intercambiable ha quedado obsoleto; ahora, la renovación es esencial.
Este modelo de negocio fomenta una producción tan intensa que la oferta se vuelve inmensa para los consumidores, y también está reformulando el comercio internacional, estableciendo nuevas rutas y métodos de transporte, entre otros factores.
Habrá que prestar atención a cómo se verá afectado este panorama con la implementación de la Ley de Cumplimiento Tributario en Chile, que entrará en vigor el 24 de octubre de este año. Esta normativa establece que todas las transacciones en comercios internacionales estarán sujetas al Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 19%, eliminando la exención tributaria para bienes importados con un valor inferior a USD 41.
Esta medida tiene como objetivo recaudar fondos, pero también busca proteger al comercio local. Por lo tanto, es crucial seguir de cerca la evolución del comercio electrónico, ya que promete seguir impactando el futuro del comercio minorista.
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