El exfutbolista Jorge Valdivia fue ingresado la noche de este martes a la cárcel de Rancagua para cumplir con la prisión preventiva ordenada por el 8º Juzgado de Garantía de Santiago, tras ser formalizado por el delito de violación.
La jueza Ely Rothfeld determinó que su libertad representa un riesgo para la sociedad, considerando no solo el caso de violación, sino también un antecedente previo del acusado por violencia de género.
Luego de decretar la prisión preventiva solicitada por la Fiscalía Metropolitana Oriente, se ordenó su traslado al centro penal de la región de O’Higgins, donde se alojará en el módulo 86, destinado a internos condenados por delitos sexuales.
En dicho módulo se encuentra también Eduardo Macaya Zentilli, padre del senador y ex presidente de la UDI, Javier Macaya, quien cumple una condena de seis años por múltiples cargos de abuso sexual contra menores de edad.
Por razones de seguridad, también se encuentra en este módulo el exalcalde de Rancagua, Juan Ramón Godoy, quien está imputado por fraude al fisco, cohecho, lavado de activos, malversación de fondos públicos y delitos tributarios.
Al finalizar la audiencia, la fiscal Andrea Contreras hizo mención a la investigación previa por violencia de género que influyó en la decisión del tribunal de mantener al «Mago» Valdivia en prisión preventiva.
«Existen denuncias que se están investigando, no por la Fiscalía Oriente, sino por otro organismo, relacionadas con un caso de violencia de género, específicamente por una lesión», comentó la fiscal.
La fiscal destacó que la decisión de prisión preventiva se basó en una «investigación sólida, respaldada por abundante evidencia, peritajes, fotografías y testimonios, lo que fue decisivo para la magistrada».
En su resolución, la jueza Rothfeld indicó que «considerando la gravedad del hecho, la posible pena que podría enfrentar, las severas consecuencias que este delito implica para la víctima, y la existencia de un marcador de riesgo en esta otra causa, donde una tercera persona ha denunciado acciones violentas de género —aunque no sexuales—, dado que la afectada es una mujer, se concluye que existe un peligro para la seguridad de la sociedad«.
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