Data Observatory ha llevado a cabo un estudio sobre la diversidad de plantas y la estabilidad de los ecosistemas montañosos en la Cuenca del Río Mapocho.
Esta investigación presenta un enfoque innovador, al analizar los mecanismos subyacentes que regulan la estabilidad en estos ecosistemas montañosos.
Este es un aspecto crucial para la resiliencia de estas áreas frente a cambios en el medio ambiente.
Los ecosistemas que logran mayor estabilidad son aquellos que mantienen una productividad vegetal casi constante.
Incluso durante perturbaciones o cambios en el entorno.
Investigadores de Data Observatory llevaron a cabo este estudio innovador.
El trabajo establece una conexión entre la topografía montañosa y la estabilidad de estos ecosistemas.
Además, investiga cómo la diversidad de plantas en la Cuenca del Río Mapocho puede estar influenciada por las características del territorio.
La investigación tuvo una duración de 2 años
Fue liderada por Laura Pérez, doctora en Ecología y Biología Evolutiva y postdoctorante en Data Observatory.
Contó con la colaboración de Javier Lopatin, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez, y Dylan Craven, académico del Centro Gema de la Universidad Mayor.
Ambos son investigadores asociados de Data Observatory.
Asimismo, participó José Miguel Cerda, estudiante de doctorado en Data Science en la UAI y becario de DO.
La idea original
Surge de un proyecto de inserción en la Academia.
Liderado por el doctor en recursos naturales, Javier Lopatin.
En el cual se examina el “Efecto de la vegetación en la retroalimentación tierra-atmósfera en la zona mediterránea de Chile”.
Este primer resultado se centró en la cordillera de la cuenca del Mapocho, en la Región Metropolitana.
«En la fase inicial, realizamos una recolección de datos en el campo, levantando un inventario de especies arbóreas y arbustivas de la zona, utilizando una metodología que se aplica a nivel global. Se trata de un muestreo fractal, que a partir de subtriángulos, permite evaluar con mayor precisión el recambio de especies en los ecosistemas», comenta la Dra. Pérez.
Aunque no se analizó la composición del suelo en este estudio, se evaluaron indicadores topográficos, como altura, tipo de ladera, rugosidad del terreno, y las cuencas que favorecen el movimiento del agua.
La estabilidad en los sistemas montañosos se refiere a la variabilidad en la productividad de la vegetación a lo largo del tiempo, frente a cambios ambientales.
Los ecosistemas más estables son aquellos que logran mantener una productividad vegetal relativamente constante.
Incluso ante perturbaciones o cambios en el medio ambiente.
«La mayoría de las investigaciones contemporáneas sostienen que la estabilidad de los ecosistemas depende de la diversidad de plantas, relegando casi siempre la topografía como un factor relevante», señala la investigadora.
«Nosotros hemos observado que existen mecanismos, como la rugosidad del terreno, que influyen en esa estabilidad. Esperamos que este estudio se vincule con información sobre rasgos funcionales y características específicas que inciden en la variabilidad de la relación tierra-atmósfera a través del tiempo», añade.
Pérez concluye que la investigación podría ser útil para la toma de decisiones en la gestión territorial.
Ya que muchos consideran únicamente aspectos de diversidad, abundancia o riqueza de especies, dejando de lado características topográficas que podrían impactar y beneficiar a las especies.
Por ejemplo
La especialista indica que actividades como la minería en la cuenca del Mapocho podrían estar alterando características topográficas que favorecen la diversidad del área, promoviendo la presencia y el recambio de especies en los ecosistemas montañosos.
Este estudio está actualmente en proceso de evaluación por una revista científica internacional de prestigio en el campo de la ecología para su próxima publicación.
La publicación se puede consultar en: https://ecoevorxiv.org/repository/vie.
Con Información de portalmetropolitano.cl