Marzo se acerca rápidamente y el regreso a clases genera una variedad de inquietudes entre los padres, que van más allá de solo adquirir útiles escolares. Este nuevo año escolar a menudo implica renovación de ropa, calzado y otros accesorios esenciales para iniciar esta etapa, lo que exige tomar decisiones que no pongan en riesgo la salud de nuestros hijos.
Constanza Ramírez, traumatóloga infantil de Clínica MEDS, destaca la importancia de prestar especial atención a los zapatos y a la mochila que utilizará el estudiante durante el año. En relación con la mochila, la especialista recomienda que se use en ambos hombros, equilibrando el peso y evitando los modelos con un solo tirante, ya que pueden generar problemas en la columna. “Es ideal que los tirantes sean acolchados y que la mochila no pese más del 10 por ciento del peso del niño. Con frecuencia observamos a estudiantes cargando pesos mucho mayores”, explicó la traumatóloga de Clínica MEDS.
A pesar de que muchos padres eligen mochilas con ruedas, especialmente para los más pequeños, la experta desaconseja su uso. “Aunque facilitan el transporte, el niño tiende a encorvarse al llevarla, llevando el peso de un solo lado”, advierte.
La doctora Ramírez también señala que otro de los inconvenientes de las mochilas con ruedas es que muchos niños asisten a clases en pisos altos, lo que requiere subir la mochila. “Es importante recordar que la mochila debe llevarse en la espalda, sobre ambos hombros, y con un peso que no supere el 10 por ciento del peso corporal del estudiante”, agregó.
¡Cuidado con los zapatos!
Al adquirir uniformes, es común que los padres busquen tallas un poco más grandes para prever el crecimiento del niño a lo largo del año. Sin embargo, la traumatóloga advirtió que en cuanto a calzado, se debe evitar la compra de zapatos “crecedores”.
“Existen ciertas pautas para pies en crecimiento, como los de niños y adolescentes. En primer lugar, el calzado debe ser cómodo y ajustarse bien al pie del niño. Los zapatos crecedores no son adecuados por no ofrecer comodidad. También deben ser anchos en la punta y no provocar presión”, explicó la especialista de Clínica MEDS. Añadió que el calzado debe ser suave en la parte del talón, ya que es un área propensa al dolor en niños y adolescentes, y la suela debe tener buena tracción. “Un zapato con una suela resbaladiza representa un riesgo para accidentes. Además, el contrafuerte del zapato, que se encuentra en el talón, debe ser firme. No es necesario que el zapato sea alto, pero la zona del talón debe ser rígida, lo que significa que no deberíamos poder doblarla con un dedo. Si esta área no es firme, hay menos estabilidad y mayor probabilidad de lesiones”, concluyó la doctora.
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