En un comunicado publicado en X, el ministerio solicitó al gobierno de los Países Bajos que investigue los incidentes y «garantice la protección de los palestinos y árabes» residentes en el país.
La policía aclaró que no era evidente quiénes habían participado en los ataques contra los aficionados israelíes, y mencionó a los medios locales que los agresores vestían ropa oscura.
Uno de los videos que circuló en las redes sociales mostraba a un hombre siendo pateado y golpeado en el suelo, mientras que otro video registraba el momento en que alguien era atropellado.
En algunos de los videos se podían escuchar gritos de consignas pro palestinas, aunque la BBC no ha podido verificar la autenticidad de las imágenes.
El primer ministro, Schoof, mencionó que había conversado con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y subrayó que «los responsables serán identificados y llevados ante la justicia».
Mientras tanto, el coordinador nacional contra el antisemitismo en los Países Bajos declaró que “estamos ante una situación inaceptable” y que “la disposición a cometer tal violencia es repugnante».
El club Maccabi recomendó a sus seguidores que regresaran a Israel lo antes posible.
El pasado viernes, la Autoridad Aeroportuaria de Israel reportó que el primer vuelo con aficionados israelíes había llegado al país.
El presidente israelí, Isaac Herzog, se refirió a los ataques contra los aficionados del Maccabi y los ciudadanos israelíes como un «pogromo», término históricamente utilizado para describir las agresiones antisemitas en Europa durante el siglo XIX y principios del XX.
Geert Wilders, un político antiislámico de los Países Bajos que lidera el principal partido en el Parlamento, también se refirió a la situación como un “pogromo” y advirtió que “las autoridades serán responsables de su incapacidad para proteger a los ciudadanos israelíes”.
Previo al partido, la alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, había intentado evitar enfrentamientos desplazando a los manifestantes pro palestinos lejos del Estadio Johan Cruyff.
Informes locales indicaron que un gran grupo había intentado dirigirse al estadio, pero la policía antidisturbios lo contuvo.
El rey de los Países Bajos, Willem-Alexander, discutió la violencia en Ámsterdam con el presidente israelí Isaac Herzog.
El monarca expresó a Herzog que tanto él como su esposa estaban consternados por la situación.
«No podemos ignorar el comportamiento antisemita en nuestras calles», afirmó el rey, añadiendo que la historia «nos ha enseñado que la intimidación puede intensificarse, con consecuencias terribles».
(Imágenes:
PURANOTICIA // BBC MUNDO
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