Una joven de Talca denunció en redes sociales que compró un helado y encontró un tornillo en su interior, exigiendo fiscalización sanitaria para proteger a otros consumidores de un riesgo similar.
Este domingo, una denuncia alarmante emergió cuando una joven de Talca relató que, al comprar un helado en la conocida heladería San Agustín, encontró un tornillo oculto en su postre. Esta situación provocó una gran preocupación, ya que un objeto metálico en un alimento plantea un serio peligro.
La afectada indicó que la heladería admitió el error y le devolvió el dinero. No obstante, ella considera que esto no es suficiente y ha decidido presentar su caso ante la Seremi de Salud Regional y el Sernac, instando a una fiscalización exhaustiva para prevenir futuros incidentes.
La denunciante considera que este caso requiere atención prioritaria de las autoridades, puesto que la aparición de objetos extraños en los alimentos representa un riesgo significativo para la salud pública y perjudica la confianza de los consumidores.
¿Qué sucede si se ingiere un tornillo por accidente?
La Médico Cirujano María Fernanda Bastías de la Universidad Católica de la Santísima Concepción explica que:
Si se ingiere un tornillo, este puede atravesar el tracto digestivo y provocar:
- Perforaciones en el tracto digestivo (esófago, estómago o intestinos, que pueden resultar fatales sin intervención quirúrgica inmediata).
- Obstrucción intestinal (también potencialmente fatal si no se opera a tiempo).
- Infecciones que varían de leves a graves.
- Síntomas gastrointestinales como dolor abdominal y náuseas.
Adicionalmente, el tornillo también podría ser inhalado y causar:
- Asfixia.
- Infecciones pulmonares.
Este incidente resalta la necesidad de mantener altos estándares de calidad y seguridad en la industria alimentaria. Los consumidores tienen derecho a confiar en que los productos que compran son seguros, y situaciones como esta socavan esa confianza.
El llamado de la afectada a la Seremi de Salud y al Sernac insta a las autoridades a actuar con rapidez y responsabilidad, llevando a cabo las fiscalizaciones necesarias para prevenir que otros consumidores enfrenten un riesgo similar. Este caso abre un debate sobre la urgencia de reforzar los controles sanitarios en los establecimientos de la región, priorizando siempre el bienestar de la comunidad.
Con Información de www.diarioelcentro.cl