Durante la temporada de vacaciones, muchas familias optan por pasar tiempo en el campo, buscando lugares para acampar o alquilar cabañas en zonas alejadas. Sin embargo, lo que podría ser unas vacaciones ideales puede transformarse en un problema serio si no se toman las precauciones necesarias para prevenir enfermedades graves, como la infección por hantavirus. Aunque la enfermedad es poco común, su adquisición puede resultar en situaciones críticas, incluso en la muerte. El hantavirus se transmite principalmente a través de roedores silvestres y afecta sobre todo a áreas rurales y forestales, donde el contacto entre humanos y estos animales es más probable. ¿Cuáles son los riesgos y cómo podemos protegernos? El Síndrome Pulmonar por Hantavirus (infección por Hantavirus) es una enfermedad infecciosa aguda que se ha registrado en Chile desde los años 90 (MINSAL).
La infección se adquiere al entrar en contacto con los fluidos de ratones silvestres de “cola larga” (Oligoryzomys longicaudatus), portadores del virus, principalmente a través de sus heces y orina, que pueden encontrarse en matorrales o en espacios cerrados como cabañas y bodegas. El virus puede ingresar al cuerpo humano al inhalar aerosoles contaminados por orina, heces o saliva de estos roedores, así como por contacto directo con superficies contaminadas o mordeduras. La transmisión por vía respiratoria es más frecuente en lugares cerrados donde hay ratones, siendo menos común en espacios abiertos y expuestos al viento y la luz solar. Quienes residen en el campo, han realizado paseos en áreas rurales,acampado, recolectado leña, desmalezado o tenido contacto con roedores silvestres, su orina o heces, constituyen poblaciones en riesgo.
Los síntomas de la infección pueden проявir entre 1 y 6 semanas después de la exposición al virus. En la fase inicial, las personas sanas pueden experimentar síntomas similares a los de la gripe, como fiebre, dolores musculares, fatiga, cefalea (dolor de cabeza), náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal. Posteriormente, pueden aparecer dificultades respiratorias severas debido a la acumulación de líquido en los pulmones, sensación de opresión en el pecho y reducción de la función cardíaca. Sin un tratamiento oportuno, la enfermedad puede ser letal.
Para prevenir la infección por hantavirus, es crucial seguir algunas medidas de prevención: mantener las áreas limpias; sellar grietas en las casas y bodegas para evitar la entrada de roedores; almacenar alimentos en recipientes herméticos y disponer de la basura de forma adecuada; y mantener los alrededores de casas y bodegas despejados de maleza y basura. Es importante ventilar y organizar las bodegas, evitando amontonar desechos. Además, si vives en zonas rurales, no mates a zorros, culebras y lechuzas, ya que estos animales ayudan a controlar la población de roedores.
Al acampar, utiliza carpas con piso y cierre, ubicándolas en áreas despejadas, lejos de matorrales y montones de leña. Evita dormir directamente sobre el suelo. Almacena los alimentos en envases cerrados, manteniendo ollas y utensilios fuera del alcance de los ratones. No recolectes ni consumas frutos silvestres, y asegúrate de beber solo agua segura (potable, envasada, hervida o desinfectada). Ventila las áreas cerradas durante al menos 30 minutos antes de permanecer en ellas por mucho tiempo; al limpiar, emplea mascarillas y guantes, y humedece la zona con una mezcla de agua y cloro antes de barrer para minimizar la formación de aerosoles. Toma medidas para disminuir la población de roedores en las áreas residenciales. ¿Qué hacer si sospechas de un contagio? Si presentas los síntomas mencionados y has realizado actividades consideradas de riesgo, dirígete a un centro asistencial y comunícalo al personal de salud. Un diagnóstico y tratamiento precoz puede reducir la tasa de mortalidad, que varía entre un 30% y 40% (MINSAL). También puedes contactar a Salud Responde al 600 360 7777.
Por: Milena Castillo Rojo, académica de la Facultad de Enfermería, UNAB Sede Viña del Mar.
Con Información de hoysantiago.cl