Cada 11 de febrero, la Iglesia Católica recuerda la aparición de la Virgen de Lourdes, un evento espiritual que renueva la fe y la esperanza entre los creyentes. En la Diócesis de Rancagua, esta conmemoración se celebró con gran devoción en diversas parroquias y comunidades, reconociendo la intercesión de la Madre de Dios en la vida de sus fieles.
Las ceremonias tuvieron lugar principalmente en espacios al aire libre, en grutas dedicadas a la Virgen de Lourdes. Estas grutas, lugares sagrados de oración y contemplación, rememoran la cueva de Massabielle en Francia, donde la Virgen se apareció a Santa Bernardita en 1858. Son sitios de encuentro donde los fieles acuden a orar, buscar intercesión y dar gracias por los dones recibidos.
En Peumo, la Parroquia Inmaculada Concepción convocó a los fieles para la Santa Misa en la Gruta de Concha y Toro a las 20:00 horas, al igual que en Quinta de Tilcoco, donde la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción reunió a la comunidad en la Capilla de Lourdes.
La Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Litueche comenzó los actos con el rezo del Santo Rosario a las 18:30 horas, seguido de una misa solemne a las 19:00 en la Gruta Parroquial. En Codegua, la comunidad de la Parroquia Nuestra Señora de La Merced celebró la Eucaristía en la Capilla Sagrado Corazón de Jesús del sector Los Marcos a las 20:00 horas. También, Mostazal se unió a la celebración con una misa en el templo parroquial de San Francisco de Asís a las 19:30 horas.
En Guacarhue, el día comenzó con una misa en la Gruta de Lourdes del Cerro Guacarhue a las 07:00 horas, seguida de otra celebración en el templo parroquial a las 20:00 horas. En Malloa, el Santuario San Judas Tadeo reunió a los fieles en su Gruta de Lourdes para la misa de las 19:30 horas.
En Rengo, la Basílica Santa Ana fue el escenario de una celebración solemne con la presencia del P. Mauricio Riquelme y el H. Ramón Gutiérrez, que inició en la restaurada Gruta de Lourdes y culminó con una misa masiva en honor a la Patrona de los enfermos. La comunidad respondió con fe y entusiasmo, reafirmando su devoción por la Virgen y su papel como intercesora.
Monseñor Guillermo Vera, Obispo de la diócesis, presidió la eucaristía en la Parroquia Cristo Rey de Rancagua, donde se encuentra la Gruta de Lourdes de la ciudad, cerrando así una celebración que comenzó con una novena de oración, seguida de una procesión por las calles de la comunidad y danzas religiosas.
Con Información de www.elrancaguino.cl
