“El uso del metal y el galvanizado en la arquitectura moderna ha cambiado radicalmente la forma en que se diseñan y construyen los espacios urbanos y residenciales”, afirma Felipe Almonacid, gerente comercial de la empresa chilena Bbosch. Esta técnica, que ha sido comúnmente aplicada en Europa, se utiliza para proteger el acero de la corrosión. “La zona sur de nuestro país presenta un clima muy corrosivo debido a la humedad y la salinidad del entorno costero”, agrega el profesional.
Bbosch, que cuenta con más de 60 años de experiencia en el desarrollo energético y la industria metalmecánica, ha manifestado su interés en expandir su presencia en el sur de Chile mediante la oferta de galvanizado urbano. Este método, que ha estado presente en el desarrollo urbano europeo desde hace tiempo, se está convirtiendo en una tendencia en la que tanto el sector público como el privado buscan proteger las estructuras de acero en las ciudades.
“El proceso de galvanizado ha estado protegiendo el acero de la corrosión durante más de 250 años. Es importante recordar que la corrosión es el desgaste del acero causado por factores ambientales y ciertos procesos industriales. Por esta razón, en la zona sur, donde el clima corrosivo es notable, es esencial proteger las estructuras de acero”, explica Almonacid.
Históricamente, Bbosch ha proporcionado sus servicios principalmente a la industria salmonera en el sur, además de atender a nivel nacional otros sectores como la construcción, energía, minería e industrial forestal. Desde sus inicios, la empresa ha protegido infraestructuras eléctricas y estructuras metálicas mediante galvanizado. Desde hace algunos años, Bbosch también ha comenzado a galvanizar elementos públicos, incluyendo puentes, estadios e incluso esculturas de arte. El año pasado, participó en el proyecto “ModHabitar – AceroLAB”, donde promovió en Antofagasta el uso de acero galvanizado para soluciones habitacionales.
“El uso del metal y el galvanizado en la arquitectura moderna ha transformado la manera de diseñar y construir espacios urbanos y residenciales; estos materiales brindan una amplia variedad de aplicaciones y beneficios que permiten crear estructuras icónicas, funcionales y duraderas, facilitando el desarrollo de ciudades más sostenibles”, comenta Almonacid.
A principios de este año, Bbosch, en colaboración con estudiantes de postgrado de la Universidad UBC Sauder de Canadá, realizó un análisis de mercado que reveló un importante potencial para desarrollar galvanizado enfocado en la vivienda en Chile. “Actualmente, uno de los indicadores clave de la industria es la cantidad de kilos galvanizados por habitante al año. En Europa, especialmente en países como Alemania, este número supera los 20 kilos por habitante; en Sudamérica, Chile lidera esta categoría con más de 5 kilos por habitante”, añade el ejecutivo.
Bbosch opera con dos plantas en el sur del país: una en Coronel, en la región del Biobío, y otra en Puerto Varas, en la región de Los Lagos. Ambas instalaciones tienen una capacidad para procesar más de 45.000 toneladas de estructuras de acero anualmente. “Hemos galvanizado estructuras desde Arica hasta Punta Arenas, incluyendo proyectos en la Antártida. Entre nuestros trabajos se incluyen plantas de procesamiento de frutas, hangares, puentes, barreras viales, torres de transmisión, postes de iluminación, esculturas y estadios”, concluye el gerente comercial.
Con Información de osornoenvivo.cl