El embarazo es una etapa llena de ilusiones y alegrías, pero también de temores y mitos. Uno de los aspectos que más genera debate y dudas es la alimentación.
Los mitos o creencias que se han transmitido a lo largo de generaciones pueden llevar a prácticas inadecuadas, según explica Diego Rodríguez Navarro, académico de la carrera de Obstetricia de la Universidad Andrés Bello.
El matrón aclara algunos de los mitos más comunes. “Es crucial conocer la verdad para garantizar un embarazo saludable y el adecuado desarrollo del bebé”, advierte.
La embarazada debe comer por dos: Este es probablemente uno de los mitos más comunes y, a la vez, totalmente falso. Es cierto que durante el embarazo se necesita aumentar la ingesta de alimentos para satisfacer las necesidades del bebé en crecimiento, pero esto no implica que la futura madre deba duplicar su consumo. La recomendación es un incremento equivalente a una porción pequeña, como un diente de pan. La cantidad y calidad de los alimentos deben discutirse durante el control prenatal, ya que un aumento de peso controlado es esencial para la salud de la madre y del bebé. Es importante destacar que las mujeres embarazadas no deberían perder peso durante este periodo.
Pescados y mariscos están prohibidos durante el embarazo: Esta es una afirmación parcialmente correcta. Los pescados y mariscos son fuentes valiosas de nutrientes, como proteínas y ácidos grasos Omega, que son esenciales para el desarrollo del bebé. Sin embargo, es crucial que estos alimentos se consuman cocidos, ya que crudos pueden contener parásitos que representen un riesgo para la salud de la madre y del feto. En resumen, las mujeres embarazadas pueden disfrutar de pescados y mariscos, siempre que estén bien cocinados.
Beber mucha agua durante el embarazo causa problemas: Un mito que ha generado confusión es la creencia de que se debe limitar la ingesta de agua durante el embarazo para evitar ir al baño con frecuencia. Esta afirmación es falsa. La gestación implica un aumento del volumen sanguíneo y requiere una mayor hidratación para el correcto desarrollo de la madre y el bebé. Beber agua, así como jugos naturales, es fundamental para la salud de ambos. Aunque es cierto que la necesidad de orinar aumenta debido al crecimiento del útero y los cambios hormonales, esto no debe ser un obstáculo para mantener una adecuada hidratación.
Consultas y educación: Es fundamental contar con información veraz y asistir regularmente a controles prenatales con la matrona. Una evaluación con un nutricionista también puede garantizar un aporte adecuado de nutrientes durante el embarazo, promoviendo un desarrollo fetal saludable y un embarazo sin complicaciones. Es esencial que las futuras madres se informen adecuadamente y confíen en los profesionales de la salud para recibir orientaciones fundamentadas en evidencia científica y actualizada. De este modo, se podrán eliminar estos mitos y asegurar el bienestar tanto de la madre como del bebé.
Con Información de www.elrancaguino.cl
