Jadille Mussa
Académica de Arquitectura del Paisaje, Universidad Central
Cada año elaboramos un informe sobre la situación ambiental de nuestro país. En esta ocasión, contamos con los resultados de la tercera Evaluación de Desempeño Ambiental de Chile (EDA Chile 2024), una auditoría realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La primera evaluación, llevada a cabo en 2005, fue contundente y reveló la deficiente gobernanza ambiental en el país, lo que condujo a la creación del Ministerio del Medio Ambiente años después.
A pesar de que hoy estamos en una mejor situación, aún debemos avanzar en aspectos cruciales para la calidad de vida. A partir del análisis de los compromisos, se generaron 36 recomendaciones esenciales para continuar mejorando la protección del medio ambiente. En Chile, seguimos enfrentando varios desafíos ambientales, como el aumento en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), lo que pone en riesgo el cumplimiento del objetivo de cero emisiones netas para 2050. Además, la contaminación del aire se mantiene como un grave problema de salud pública, con niveles de material particulado (MP2.5) entre los más altos de la OCDE, afectando especialmente a los grupos más vulnerables: niños, personas mayores y personas con problemas de salud.
Un problema que se vive, especialmente en la comuna de Santiago, es la deficiente gestión de residuos, que se encuentra prácticamente ausente o es ineficiente, con bajas tasas de reciclaje y una gran dependencia de rellenos sanitarios y vertederos clandestinos donde se vierten desechos en ríos y otros humedales. Otro aspecto crítico es el agua; Chile continúa enfrentando una severa crisis hídrica, con una mega sequía que se extiende por 14 años y una explotación excesiva de sus recursos hídricos, además de una falta de normas de calidad y regulación inadecuada de los desagües de aguas residuales.
A pesar de estos desafíos, el informe también señala aspectos positivos. El 27% del suministro total de energía proviene de fuentes renovables, superando así el promedio de la OCDE. Chile ha establecido, tras 11 años, el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas y está en camino de cumplir con sus metas en esta área. Se resalta también la ratificación del Acuerdo de Escazú, que fomenta el acceso a la información, la participación ciudadana y la justicia en cuestiones ambientales. Además, el país está promoviendo la emisión de bonos verdes sostenibles con enfoque social, lo que representa aproximadamente el 30% de su deuda soberana. Estos avances demuestran el compromiso de Chile con la mejora de su desempeño ambiental y la implementación de políticas sostenibles.
El artículo Balance medioambiental fue publicado por primera vez en Osorno en la Red.
Con Información de osornoenlared.cl
