En una ceremonia llena de emociones y recuerdos, los estudiantes de cuarto medio A, B y C culminaron su trayectoria escolar y abrieron la puerta a un futuro pleno de retos, dejando una marca indeleble en la comunidad educativa.
Como es habitual cada año, el Colegio Don Bosco de Rancagua celebró uno de los momentos más importantes de su calendario: la ceremonia de licenciatura de los cuartos medios, donde los alumnos de las secciones A, B y C se despidieron de las aulas que los formaron y acompañaron en su crecimiento.
El acto, llevado a cabo en las instalaciones del colegio, ofreció el entorno ideal para que estudiantes, familias, docentes y autoridades compartieran esta última experiencia como comunidad educativa. En un ambiente que combinó solemnidad y alegría, los jóvenes recibieron sus diplomas, símbolo que marca el cierre de una etapa y el inicio de nuevas aspiraciones en su camino hacia la educación superior.
La ceremonia dio inicio con unas palabras de la directora, Daniela Jaña, quien felicitó a los egresados e instó a los jóvenes a seguir sus sueños con el inconfundible espíritu del colegio. «Esto no es un adiós, sino un hasta luego, porque siempre llevarán a Don Bosco en sus corazones», manifestó con emoción.
El instante más conmovedor llegó con la entrega de diplomas, donde los aplausos y las lágrimas de alegría llenaron el auditorio. Padres y apoderados, figuras silenciosas en este viaje, observaban con orgullo el cierre de un ciclo que estuvo repleto de esfuerzo, aprendizajes y memorias inolvidables.
Los estudiantes, envueltos en abrazos y palabras de despedida, reflejaron la mezcla de nostalgia y esperanza que los acompañaba.
El Colegio Don Bosco de Rancagua despidió con cariño y reconocimiento a la promoción 2024, confiando en que cada uno de sus estudiantes brillará en el camino que están a punto de iniciar.
Con Información de www.elrancaguino.cl
