La generadora acordó pagar su patente comercial en Mulchén, posicionándose como una de las primeras empresas del sector en asumir este tributo a través de un compromiso ambiental voluntario en la comuna.
Con una inversión cercana a los 230 millones de dólares, el proyecto obtuvo su calificación ambiental favorable en enero de 2025 y contempla la construcción y puesta en marcha de 30 torres eólicas.
La autoridad correspondiente aprobó el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto “Parque Eólico Newen Küruf”, que se ubicará en la comuna de Mulchén. Este proyecto tiene como meta la generación de energía renovable, contribuyendo así al esfuerzo del país por alcanzar la carbono neutralidad, generando aproximadamente 550 GWh/año, lo que equivale al consumo de cerca de 275.000 viviendas.
Con la misma inversión estimada, el Parque Eólico Newen Küruf recibió la calificación ambiental favorable en enero de 2025 y se encuentra en la fase de obtención de permisos previos a su construcción. Esta iniciativa incluye la instalación y operación de 30 torres eólicas en la zona rural de Pilguén, en Mulchén.
Es importante destacar que la generadora pagará su patente comercial en el territorio bureano, convirtiéndose en una de las pioneras del sector en establecer este tributo a través de un compromiso ambiental voluntario en la comuna, lo que beneficiará directamente a los habitantes de Mulchén.
La historia del proyecto ambiental
La idea del proyecto comenzó en 2015, cuando se presentó el anteproyecto a la comunidad indígena Pilguén, la población más cercana a la iniciativa. Desde entonces, la Sociedad Eólica Valle Verde SpA, titular del proyecto, trabajó en conjunto con este grupo y otros actores del sector. Tras años de estudios, en mayo de 2020, durante la pandemia de Covid-19, se dio el primer paso para su tramitación oficial, ingresando el Estudio de Impacto Ambiental ante el Servicio de Evaluación Ambiental de la Región del Biobío.
A través de los años, y gracias a la colaboración constante entre el titular y la comunidad indígena Pilguén, se estableció una relación de comunicación fluida y de confianza mutua. Se realizaron diversas instancias de diálogo y participación temprana para informar acerca de las características del proyecto y recoger las opiniones de la comunidad.
El titular compartió información sobre aspectos ambientales y técnicos del proyecto antes de su tramitación. Además, para enriquecer la experiencia de la comunidad, se organizaron visitas a parques eólicos en operación. También se impulsaron espacios de intercambio de conocimientos sobre medio ambiente, cultura ancestral y el impacto en el territorio.

Una cooperación transparente
Como resultado de estas conversaciones, se formalizó un acuerdo de consulta indígena durante la tramitación ambiental del proyecto. Este acuerdo refleja el compromiso de trabajar juntos por un desarrollo local sostenible.
Según Mauricio Ahumada, representante legal del titular, la obtención de la resolución de calificación ambiental favorable (RCA) «es el resultado de un esfuerzo que ha sabido aunar el desarrollo y la demanda energética del país con las necesidades de los habitantes de la zona donde se instalará el parque. La cooperación abierta y transparente con la comunidad ha sido invaluable, y estamos agradecidos por su apoyo en este proceso”. Además, mencionó que durante la evaluación ambiental se comprometieron a 25 puntos relacionados con la protección del entorno y el desarrollo de la economía local, entre otros.
Por su parte, la presidenta de la Comunidad Indígena de Pilguén, Juana Toro, resaltó las relaciones positivas establecidas con la empresa, esperando con entusiasmo el inicio de los trabajos, que generarán empleos. También destacó el proceso participativo desde 2015, donde su comunidad participó activamente, especialmente en temas arqueológicos. “Nosotros estuvimos en las excavaciones porque, como Mapuche, debíamos estar presentes; eso nos permitió aprender y rescatar nuestro pasado. La conexión humana que se formó fue muy significativa, parecía que nos conocíamos de toda la vida con el equipo de trabajo”.

Participación ciudadana y consulta indígena
Durante la evaluación ambiental del proyecto, entre noviembre de 2020 y febrero de 2021, se llevó a cabo el primer proceso de participación ciudadana, que incluyó actividades como una casa abierta y reuniones virtuales. Esto marcó el inicio de la comunicación oficial entre autoridades, la ciudadanía y el titular del proyecto.
En julio de 2021, se dio inicio al Proceso de Consulta a Pueblos Indígenas (PCPI) con la Comunidad Indígena Pilguén, ubicada en la zona de influencia del proyecto. Este proceso finalizó en septiembre de 2022 con la firma del “Protocolo de Acuerdo Final”, donde se plasmaron las medidas y compromisos que se acordaron entre la comunidad indígena y el titular.
Finalmente, debido a cambios en el proyecto durante la Evaluación Ambiental, se realizó un segundo proceso de participación ciudadana entre abril y julio de 2023. Las actividades incluyeron visitas puerta a puerta y entrega de folletos informativos, así como una casa abierta, exhibiciones y un taller de diálogo con diversas agrupaciones y residentes de la zona.
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Con Información de elcontraste.cl