El Gobierno de Venezuela ha decidido convocar a consultas a su embajador en Brasil debido a las «constantes declaraciones injerencistas y ofensivas» del principal asesor del presidente brasileño en temas internacionales, Celso Amorim. La Asamblea Nacional venezolana ha solicitado formalmente que se le considere ‘persona non grata’.
El canciller venezolano, Yván Gil, ha manifestado que Amorim actúa “como un mensajero del imperialismo” estadounidense, lo cual lo ha llevado, en las últimas semanas, a “emitir juicios sobre situaciones que solo son de competencia de los venezolanos y sus instituciones democráticas”, refiriéndose a la crisis desencadenada tras las elecciones presidenciales del 28 de julio.
El Gobierno de Brasil no ha reconocido la supuesta victoria de Nicolás Maduro en las elecciones y se mantiene en la exigencia de que se publiquen las actas oficiales, alineándose con las peticiones de la oposición. Durante una sesión parlamentaria el martes, Amorim reiteró que no reconocen el resultado a causa de la “falta de transparencia”.
Siguiendo «instrucciones» de Maduro, el Gobierno venezolano ha convocado al encargado de negocios brasileño en Caracas y ha llamado a consultas “de inmediato” al embajador venezolano en Brasilia.
El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, anunció que planteará la declaración de Amorim como persona non grata, lo cual significaría que no podría visitar el país. En un comunicado, ha acusado al asesor brasileño de repetir como una “letanía” las declaraciones del asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, y de mostrarse “comprensivo” y “paternal” con “los heraldos de la muerte”.
“O nos respeta o haremos que nos respete”, advirtió Rodríguez, anticipando que solicitará al pleno de la Asamblea, dominado por el chavismo, la declaración formal de persona non grata. “No tenga duda de que sus maliciosos propósitos se desvanecerán. Y nosotros triunfaremos”, exclamó.
POLÉMICA EN LOS BRICS
Este conflicto directo con Amorim se suma al creciente descontento en Caracas hacia ciertas actitudes del Gobierno de Lula da Silva, que durante años fue un aliado clave de Maduro en el ámbito internacional. Uno de los últimos encuentros tensos se dio en Kazán, durante la cumbre de los BRICS.
El Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano recordó este miércoles el “veto” que llevó a la exclusión de Venezuela de la lista de miembros asociados a dicho bloque, integrado por países como Rusia y China. Esta “política de bloqueo” se equipara a las sanciones internacionales impuestas en los últimos años contra el chavismo.
“Venezuela se reserva, en el marco de su política exterior, el derecho a tomar las acciones necesarias en respuesta a esta actitud, que compromete la colaboración y el trabajo conjunto que se había desarrollado hasta ahora en todos los espacios multilaterales”, señala el comunicado emitido por la oficina de Gil.
(Imagen: AP Photo/Gustavo Moreno)
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